La organización de la sociedad civil «Mexicanos Primero» advirtió que la eliminación de la escuela de tiempo completo del Programa «La Escuela es Nuestra» significa un robo para maestras, maestros y directivos, y muestra un desprecio generalizado a los derechos de niñas, niños y adolescentes.
Al extinguir las escuelas de tiempo completo, el Gobierno Federal y la SEP traicionan a niñas, niños y adolescentes, a sus familias, docentes y directivos.
Mediante un pronunciamiento Mexicanos Primero denunció que lo anterior además de ser un agravio, es un desacato a una sentencia judicial obtenida por esta organización y una medida regresiva en derechos humanos, pues sin jornadas ampliadas, como en las llamadas «escuelas de tiempo completo», 3.6 millones de niñas, niños y sus familias se quedan sin la posibilidad de horas adicionales de clase y alimentos en su escuela. Los políticos prometieron que eso no pasaría, pero los afectados no serán sus hijas e hijos; se hace sin fundarlo o motivarlo, en sentido contrario a la evidencia científica y las evaluaciones de resultados.
Señaló también que a pesar de que recibió más presupuesto este año, siendo la bolsa presupuestaria más grande, fuera de las becas, que maneja la Secretaría de Educación Pública (SEP), el gobierno federal con esta determinación afecta el arraigo e identificación con las comunidades que es deseable para ofrecer mejores resultados socioemocionales y de aprendizaje a los estudiantes más empobrecidos de México.
Esta decisión de la SEP, sostiene Mexicanos Primero, merece repudio, pues traiciona la progresividad en el derecho a aprender de NNA quienes, tras dos años de pandemia, hoy más que nunca necesitan de más horas de estudio y atención socioemocional en las escuelas para combatir el rezago que el encierro les dejó. Además, es una muestra del desprecio que el gobierno federal tiene hacia NNA, prefiriendo destinar recursos a programas de carácter clientelista en lugar de soluciones más integrales, lo cual invita a pensar que su propósito es beneficiarse en lo electoral.
Recordó que hace dos años, el Gobierno Federal decidió destruir uno de los programas con mayor aporte para el derecho a aprender en nuestro país, el Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC). Tuvo que darse una intensa manifestación de docentes, directivos, familias y organizaciones de sociedad civil en contra de su eliminación, para que las y los legisladores aceptaran en el último momento de aprobación del presupuesto que sus objetivos se cubriesen con recursos del programa La Escuela es Nuestra (LEEN). Se agregaron dos componentes a LEEN, además de la mejora a la infraestructura: la jornada escolar ampliada y el servicio de alimentación.
Los apoyos para la jornada escolar ampliada cubrirían los apoyos económicos que recibían docentes y directivos cuyas escuelas formaban parte del PETC. Por su parte, los apoyos para el servicio de alimentación, aunque reducidos en comparación con el PETC, ahora irían directamente a madres y padres de familia. Si bien el programa federal dejaba de existir como tal, la «escuela de tiempo completo», aún golpeada, sobrevivía a través de LEEN.
Para 2022, en la aprobación del Presupuesto de Egresos, LEEN recibió un aumento presupuestal de poco más del 10% respecto a 2021, con un presupuesto total de cerca de 14 mil millones de pesos. Se ordenó, además, que contara con Reglas de Operación (RO), antes del último día hábil de febrero, ante el amparo que presentó Mexicanos Primero y las frecuentes indicaciones de opacidad y de manejos clientelares de los funcionarios de la Secretaría de Bienestar. La administración, sin embargo, ha decidido burlarse de docentes, directivos, y NNA al presentar un anteproyecto de RO ante la Comisión Nacional Mejora Regulatoria (CONAMER) que elimina totalmente los componentes de alimentación y jornada ampliada. Vuelve a ser un programa de albañilería con criterios sesgados y sin atender las urgencias, ni siquiera físicas, de los planteles para el regreso.
Así es, a pesar del aumento en recursos y de una sentencia judicial ordenándoles asignar 5 mil millones de pesos a la ampliación de jornada y alimentación, la administración decidió afectar de manera despiadada a 3.6 millones de NNA, quienes necesitan mayor tiempo en las aulas para reparar el desajuste emocional y el rezago académico que han sufrido, sin hablar del empobrecimiento de sus familias en el encierro. En vez de ampliar el alcance de este tipo de escuelas para hacer frente a la crisis educativa, les han dado un golpe que podría ser definitivo. Por si fuera poco, a 1.6 millones de NNA les arrebató alimentación caliente, la nutrición más importante de cada día, y a las maestras, maestros y directivos que forman parte de estas escuelas les quitó parte de sus ingresos.
El arreglo que tuvo LEEN en 2021 resultó ser una farsa. Muestra que al gobierno federal no le importan las NNA, ni los estragos que la pandemia causó en ellas y ellos. Esto ya es evidente con la irresponsabilidad con la que se ha actuado en el regreso a clases presenciales, aventando sin paracaídas a maestras, maestros, directivos y NNA al precipicio de escuelas sin agua, sin condiciones apropiadas de ventilación, sin cubrebocas ni protocolos sólidos de prevención de contagios. La eliminación de las escuelas de tiempo completo añade injuria y daño a ese desdén. Las promesas incumplidas afectan a las hijas e hijos de otros.