¡Estad alerta! Defender e informar al pueblo con la verdad, para contrarrestar el poder de la ola fascista que no sólo amenaza la soberanía de Rusia, también la del mundo entero.
Adrián Pablo
¡Estad alerta! fueron las últimas palabras escritas por el periodista checoslovaco Julius Fučík, en su obra publicada póstumamente, “Reportaje al pie de la orca”, estas fueron redactadas poco antes de su muerte en un campo de exterminio nazi en Berlín, el 8 septiembre de 1943. Este 23 de febrero, se conmemoran 119 años del nacimiento de Fučík, cuyo trabajo periodístico y organizativo, su fiera determinación y amor por su pueblo se han convertido en un importante símbolo antifascista. A pesar de tener segura la muerte, con su obra quiso dejar un mensaje claro para el futuro; la crueldad creada por el fascismo, la guerra y atrocidades creadas por los intereses de unos cuantos, no se deben repetir. Y si esto manifestara señales de repetirse, la tarea del periodista es imitar su valor, denunciar e informar al pueblo con la verdad.
Este mensaje, hoy en día, es más importante que nunca. Vemos cómo el mundo se aproxima a un conflicto armado, provocado precisamente por ideas como las que en su momento impulsaron a Hitler y los suyos; el dominio y control total del planeta, por encima de la vida humana. Sin embargo, el llamado a la unidad de los pueblos en pro de la paz está lejos de realizarse, es más, gracias a la inmensa maquinaria mediática y propagandística del imperialismo norteamericano, la gran mayoría de occidente está a favor de estas ideas -aunque no lo sepa- y juzga erróneamente a los agredidos. Esta campaña no se remite a un par de semanas o meses, sino que está planeada con antelación, perfectamente analizada y ejecutada. Uno de los rastros que se pueden encontrar en documentos filtrados de las agencias de inteligencia data de 2008, donde el entonces embajador de Estados Unidos en Rusia, William J. Burns (hoy director de la CIA, por cierto), ya barajaba la posibilidad de la desestabilización de la relación Rusia-Ucrania por medio de acrecentar las diferencias étnicas, fomentando así, un ambiente de racismo y discriminación a los grupos rusos “Incluyen temores de que el problema podría potencialmente dividir el país en dos, lo que llevaría a violencia o incluso, algunos afirman, guerra civil, lo que obligaría a Rusia decidir si intervenir o no. Además, los expertos siguen afirmando que la pertenencia de Ucrania a la OTAN tendría un gran impacto en la industria de defensa de Rusia, conexiones familiares ruso-ucranianas y relaciones bilaterales generalmente” (Wikileaks, documento del 1 de febrero de 2008 https://wikileaks.org/plusd/cables/08MOSCOW265_a.html). Todo esto terminó por estallar en la ya conocida “revolución del Euromaidán” en 2014, donde se depuso al gobierno de Víktor Yanukóvich, por uno más afín a las políticas de Estados Unidos y la Unión Europea.
Obviamente, el Euromaidán trajo consigo una intensa campaña propagandística antirrusa, toda ella proveniente de Occidente, por ejemplo, Netflix la plataforma de streaming por excelencia, lanzó en 2015 el documental: Winter on Fire: Ukraine’s Fight for Freedom (Invierno en llamas: La lucha de Ucrania por la libertad), que se llevó toda la atención mediática posible ya que ponía como el villano principal al presidente ruso, Vladimir Putin. Sin embargo, poco a poco se demostró que el documental estaba fuertemente parcializado, para mostrar la cara `amable´ del movimiento, como lo explica el canal de Youtube especializado en cine, La filmoteca maldita: “Nos muestran las manifestaciones como un proceso puramente popular, sin tener en cuenta que en el seno de ese movimiento se encontraba un abanico enorme de tendencias políticas, desde estudiantes con un pensamiento europeísta a partidos políticos de derechas pasando por nacionalistas y ultranacionalistas que están relacionados con grupos paramilitares que tienen su origen en el colaboracionismo con la Alemania del Tercer Reich y que se encargaron de hacer una limpieza étnica durante la Segunda guerra mundial…” (El conflicto de Ucrania en el cine, 15 de febrero de 2022).
Uno de estos grupos es el conocido como Sector Derecho, que ha cometido múltiples atrocidades en contra de la población Pro Rusia: “El edificio fue incendiado intencionalmente por los activistas y los partidarios del Sector Derecho, según los medios de comunicación locales. Ocho personas perdieron la vida al arrojarse por las ventanas y más de 30 más se asfixiaron por la intensa humareda…” (rt.com, 2 de mayo de 2014). Por si esto fuera poco, la influencia mediática en Ucrania llega hasta la misma silla presidencial, dado que Volodímir Zelenski, actual mandatario de esa nación, era, hasta 2018, un reconocido actor cómico de televisión, estrella del programa Servidor del Pueblo (nombre que posteriormente usaría también en su partido político).
Según su página oficial de Wikipedia (para que no se diga que no se consultan fuentes oficiales) “En 2015, Zelenski se convirtió en la estrella de la serie de televisión Servidor del Pueblo, en la que interpreta el papel de Presidente de Ucrania. En la serie, el personaje de Zelenski es un profesor de historia de secundaria de unos treinta y tantos años que gana las elecciones presidenciales después de que un video viral lo muestra despotricando contra la corrupción gubernamental en Ucrania”, esto llevó a Zelenski a arrasar en las elecciones de 2019 con una campaña priorizada en las redes sociales y en su popularidad como actor. Toda la campaña mediática fue dirigida por Kvartal 95 Studio, una productora financiada por Íhor Kolomoiski, uno de los hombres más ricos de Ucrania y que ha procurado impulsar desde principio la imagen de Zelenski para sus intereses, al punto que “después de la toma de posesión, la mayoría de las figuras destacadas de Kvartal 95 se unieron a la administración como jefes adjuntos de la administración presidencial de Ucrania y uno fue nombrado jefe adjunto del Servicio Secreto de Ucrania” (Wikipedia de Kvartal 95). En las últimas horas, un visiblemente derrotado Zelenski, reclamó el abandono de las naciones de la OTAN y de la misma estructura que lo llevó al poder, dándose cuenta, por fin, de que fue usado.
Gran parte del financiamiento de la propaganda antirrusa, proviene de la NED (National Endowment for Democracy) de Estados Unidos. “Es un hecho conocido que Estados Unidos está utilizando a Ucrania como un arma en su guerra de información contra Rusia. Lo que nadie ha pensado todavía es la cantidad de dinero que Kiev recibe de Washington a cambio de la propaganda anti rusa… En concreto, el fondo ha gastado 22,4 millones de dólares en operaciones dentro de Ucrania desde 2014” (cubainformacion.tv, 22 de febrero de 2022). Todo esto permea en las demás naciones del mundo, como en México, donde la mayor parte de la información que se difunde por redes sociales y medios está sesgada a la visión estadounidense de la historia, esto es a lo que nos enfrentamos día a tras día.
Ante esta avalancha de desinformación, hoy, más que nunca hay que recordar el ejemplo de Julius Fučík: ¡Estad alerta! Defender e informar al pueblo con la verdad, para contrarrestar el poder de la ola fascista que no sólo amenaza la soberanía de Rusia, también la del mundo entero. No hay que creer todo lo que nos encontremos en las redes sociales, hay que leer, estudiar el contexto histórico, conocer otros portales y fuentes de noticias, para poder contrastarlo con lo que se nos dice. Aprendamos de nuestra historia, para que lo que sufrió el valiente periodista checo, no se repita para ningún periodista o ser humano.