Los precios europeos de la energía eléctrica se han vuelto a disparar este viernes, mientras los operadores calibran el riesgo para el suministro procedente de Rusia. El gas arrancó la jornada con leves caídas sobre el cierre de ayer, en torno a los 150 euros en el mercado holandés, para después escalar con fuerza. En paralelo ha subido el Brent, que empataba a primera hora para acelerar un 3% hasta los 114 euros.
Aunque los flujos de gas de Rusia a Europa siguen estables, siendo incluso más elevados que antes de la operación militar en Ucrania, la incertidumbre pende sobre el mercado a medida que la tensión entre Occidente y Moscú aumenta. La operación rusa sobre una central nuclear ha disparado los nervios de los operadores. “Los flujos de los gasoductos rusos se han mantenido estables día a día”, dijo a Bloomberg Kaushal Ramesh, analista de Rystad Energy. “Pero los operadores están nerviosos sobre cuánto tiempo puede continuar sin interrupciones”. Ello provoca una “incertidumbre extrema” en el mercado, dijo.
A ello se unen las perspectivas de más frío en lo que resta de marzo, antes de que en abril el clima más benigno reduzca la demanda. Los precios del gas en Europa llevan tensionados desde verano, porque Rusia redujo suministros y no permitió llenar los almacenes antes del invierno. De Rusia llega el 40% del gas que importa Europa.
Los elevados precios se están trasladando al mercado eléctrico, donde la energía más cara marca el precio para todas. El precio de la luz en el pool en España escala mañana a los 366 euros, con un máximo de más de 400. La energía alemana para mañana estará en 360 euros, y el precio para el mes que viene aumentó hasta un 17%, a 403,06 euros. Italia y Francia también pagan la luz de mañana en el entorno de los 370 euros.
Con información de agencias.