La guerra informativa sucia contra Inna Afinogenova es una escalada más de la guerra ideológica que el imperialismo ha desatado contra el mundo para lograr su control absoluto.
Luis Miguel López Alanís
Con esto de la rusofobia artificial que nos está inyectando por todos lados la campaña nazi del imperio, me pregunté si poner como título un nombre que sonara algo eslavo haría que mi comentario fuera censurado también y sacado de las redes sociales, por ser considerado otra oscura maniobra de la campaña de desinformación rusa, de la que hay que proteger a nuestra ingenua población para que no contamine su mente con cualquier cosa que venga del lado ruso, en el que seguramente habita el diablo mismo. Sobre todo, para que esa mente de nuestros pueblos occidentales quede debidamente protegida y sea alimentada sólo con la información que los medios controlados por la democracia le administren, en otras palabras, sacar todo lo ruso del alcance de la inocente población para que quede a merced, exclusivamente, de las más poderosas cadenas informativas imperialistas.
Pero consideré que el alcance de este texto, con tres o cuatro posibles lectores, haría totalmente despreciable mi intento, así que más vale, pensé, que, aunque sea con mis escasos alcances, tanto mediáticos como intelectuales, algo comente respecto a lo que me parece una infamia, una vileza más en este ambiente sofocante de maldad, prejuicio y cobardía, sostenido por miles de medios de comunicación propiedad de o atenazados económica e ideológicamente por los personeros del imperio.
Como dijo la rusa, ahí les va un breve comentario, más que un análisis completo, a fin de despertar la curiosidad acerca de su labor y darnos una idea aproximada de cuál es la razón por la que su programa “Ahí les va”, en YouTube, ha sido censurado. Mediante un bloqueo al acceso a los canales de las agencias de noticias rusas Russia Today (RT) y Sputnik en toda la Unión Europea, en cumplimiento de las sanciones impuestas por la Unión Europea a Rusia, el acceso al mencionado programa nos ha sido cerrado. Tenemos dificultades para encontrarlo en México, si usted lo busca en su habitual lugar en las plataformas, le aparecerá que “este canal no está disponible en tu país de origen”.
Inna Afinogenova es una joven periodista rusa de 33 años de edad especializada en español, subdirectora de la plataforma informativa rusa RT. Con un manejo admirable de nuestro lenguaje, Inna ha logrado construir una audiencia de más de un millón de suscriptores a su programa de video “Ahí les va”, dedicados al análisis de problemas candentes que afectan a la humanidad. Sólo por dar un ejemplo, hay títulos como “¿Hora de “gripalizar” el covid?, qué dicen los expertos?”, “Guerra cognitiva. Objetivo: tu cerebro”, “Nazismo en Ucrania, ¿propaganda rusa o impunidad?” y un amplísimo etcétera con temas más interesantes, cuya realidad y consecuencias son incuestionables.
En cada uno de sus programas, Inna reúne requisitos de un periodismo para hacer pensar críticamente a su auditorio, y aquí es “donde la puerca tuerce el rabo”. Cualquier complicado texto científico, como la teoría de la relatividad, también hace pensar, pero a muy pocos que lo comprenden.
Lo valioso de los programas de Inna es que su presentación del tema, el lenguaje que usa, los comentarios que agrega, los datos históricos y contemporáneos a que recurre constantemente y otras valiosas características de su programa, como los recursos técnicos, son extraordinariamente amenos, bien estructurados, expuestos con una preocupación pedagógica evidente que revela el superior propósito de educar a su auditorio, pero masivamente.
Si a ello agregamos que el enfoque, el propósito, que lleva en el fondo de su esfuerzo es el objetivo moral superior, altamente humanista, de hacer comprensibles a todo el que se asome por su programa temas aparentemente muy oscuros u oscurecidos a propósito por los intereses capitalistas e imperialistas, entonces tendremos un ejemplo de periodismo crítico inusual en el mundo entero, sin ataduras de ideologías retrógradas y asesinas. Un indicio de la rareza oral en nuestro lenguaje de este periodismo crítico, ese que hace pensar con fundamentos, es el hecho de que el imperialismo lo haya vetado precisamente a nivel mundial.
En el desarrollo de su exposición, Afinogenova presenta criterios de verdad objetivos, basados en la experiencia de la humanidad y datos comprobables, y por esa simple razón, los intereses, la ideología, las trampas y sucias maniobras burguesas quedan desnudados inevitablemente. Cada programa de Inna, ennoblece a quien lo ve y escucha, mientras que cada mentira imperialista, ahora sobre su agresión a Rusia usando a los nazis ucranianos como punta de lanza, pudre, enajena y deshumaniza. La guerra informativa sucia contra Inna Afinogenova es una escalada más de la guerra ideológica que el imperialismo ha desatado contra el mundo para lograr su control absoluto.
Ya no valen para nada hoy día los preceptos de la libertad de prensa que los diversos instrumentos de la ideología burguesa, durante décadas, nos quisieron hacer tragar como valores fundamentales, propios e inalterables de nuestras sociedades occidentales, léase del capitalismo bajo influencia imperial estadunidense: fue un embuste más. Ya para muchos se había roto este precepto, desde los tiempos de Marx mismo, pero millones aún lo tenían como uno de sus valores morales contemporáneos, refugiado, según creían, en las redes sociales y hoy podrán darse cuenta del engaño: hay libertad de prensa sólo para lo que quiere el imperio, para lo que sus nefastos intereses toleran: todo lo que no se somete a sus criterios desinformativos debe ser mutilado, quemado, censurado tanto en físico como en la “realidad virtual”.
Hasta en la ruptura del mito de la libertad de prensa de todo tipo, incluida la de internet, ha contribuido Inna y eso merece un agradecimiento sincero; lejos de mi está considerar los resultados de su esfuerzo como la verdad absoluta, pero de lo que no hay duda es de que, en el proceso de acercarnos a una verdad cada vez más objetiva, a una explicación racional del mundo contemporáneo, el esfuerzo de Inna Afinogenova es de los más dignos y que la inteligencia de los pueblos del mundo ha sido agredida una vez más de la manera más vil y cobarde, justo como en los tiempos medievales o en las persecuciones nazis.