- Las medidas que ofrece el Presidente no atacan de raíz la inflación y su fracaso dañará más a las clases empobrecidas.
- Ante la pérdida de la capacidad adquisitiva, los trabajadores deben organizarse y emprender una lucha de escala mundial contra el capital.
Con motivo de crisis universal de los precios y que afecta al país, el líder del Movimiento Antorchista Nacional, Aquiles Córdova Morán, afirmó que la elevación generalizada de los precios es un fenómeno estructural, una manifestación clara del agotamiento irreversible de la globalización neoliberal, el cual no puede curarse con viejas recetas y paliativos como lo está haciendo el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador con su plan anti inflacionario. Ubicó como la única solución posible la lucha mundial de los obreros por mayores salarios y mejores niveles de vida, es decir, una lucha contra el capital, cuyo poder monopólico ha impuesto precios a costa del empobrecimiento crecientes de las grandes masas y más desigualdad.
Al hacer un análisis al respecto en su video pronunciamiento semanal, el líder social señaló que el plan anti inflacionario de AMLO es un rotundo fracaso porque “fue elaborado sin base científica y sin un conocimiento a fondo de la naturaleza de la inflación actual”, y hace pensar que se trata de “una maniobra mediática de corte electorero con vistas a la lucha por la presidencia de la República en 2024”, sin bases científicas del carácter excepcional, complejo y difícil de explicar de la inflación mundial actual. El líder social dijo que lo más grave de estas medidas es que no buscan erradicarla de raíz, sino “son un paliativo caro, pero no una medida de fondo para resolver el problema. Se trata, además, de medidas forzosamente temporales, imposibles de mantenerse permanentemente, por lo que no sustituyen a las medidas curativas correctas” aseveró.
Esto lo confirma el hecho de que economistas del capital global, como los del Foro Económico de Davos dirigidos por el filonazi Klaus Schwab, quienes señalan que la inflación es un fenómeno puramente monetario y que el remedio clásico es elevar la llamada tasa de interés referencial, ahora no atinen en la receta pues no se dan los supuestos de la teoría neoliberal, no hay una acelerada expansión económica, ni un exceso de la demanda, sino una crisis de bajo crecimiento del PIB mundial, desigualdad y empobrecimiento crecientes de las grandes masas, que reduce su capacidad de compra y de consumo, además, la demanda supera a la oferta de productos. La receta clásica de elevar las tasas de interés, entonces, “agravará el problema al acelerar la contracción económica y, con ello, la escasez de la oferta, con lo que los precios subirán más en vez de bajar.
A nivel nacional, explicó que el llamado Paquete de Acciones Contra la Inflación y la Carestía, PACIC, propuesto por el presidente López Obrador, que contempla una serie de medidas buscando mantener estables los precios de 24 productos básicos, además, subsidios al precio de la gasolina, el gas y electricidad; incentivos al cultivo de maíz y frijol para el autoconsumo y la eliminación de aranceles a la importación de alimentos, etc., ha generado dudas y especialistas que lo han analizado, entre ellos Valeria Moy, directora general del IMCO (Instituto Mexicano para la Competitividad, A.C.), concluye que entre las recicladas medidas está el mantenimiento de los subsidios a los precios de la gasolina, el gas y la electricidad, apoyos que costarán al erario 330 mil millones de pesos, una cantidad enorme de dinero que podría aplicarse de manera más productiva.
Entre las medidas recicladas ubicó también según Moy, la continuación (y reforzamiento quizá) de “Sembrando Vida” y “Producción para el Bienestar”, que tampoco atacan de raíz la inflación y que, en cambio, provocarán significativas distorsiones en el mercado, además, la eliminación de aranceles a algunos de los 24 productos de la canasta básica, como papa, zanahoria, atún, trigo, maíz y otros productos agrícolas puede resultar eficaz, dice, para bajar el precio de estos productos específicos, más no para contener la inflación demostrando su ineficacia; otras medidas, van incluso en sentido contrario al combate a los precios altos, lo que daña a los productores nacionales y será difícil revertirla al término de su operación. Con estos antecedentes, “es una manera seria y razonada de prever el fracaso del PACIC” indicó.
Tanto por otras opiniones calificadas como las del Banco de México, que, sin tomar partido anticipado respecto al éxito o el fracaso del programa, ha dicho que cree que puede ser una buena medida de contención del alza de precios si el presidente logra que se aplique correctamente, el hecho de que la mayoría de informadores siguen reportando alzas en los precios de alimentos tan básicos, además de la referencia de viejos y experimentados vendedores de la Central de Abastos, quienes no solo enfrentan menores ventas, sino que deben ofrecer a precios fijos -lo cual reduce sus ganancias- adelantan que “el PACIC es un fracaso rotundo, uno más de los inventos distractores de la 4T”.
Solo el análisis integral de la crisis del modelo neoliberal, sostuvo Córdova Morán, explica que tanto la pandemia como la inseguridad mundial provocada por la política guerrerista y rapaz de Estados Unidos, han puesto al descubierto que la inflación es “inherente al hambre de ganancia del capital que se traduce en una lucha permanente entre la utilidad de las empresas y el salario de los trabajadores, es decir, la pandemia y la amenaza de guerra nuclear han desorganizado el mercado de insumos y de materias primas para los grandes monopolios, lo cual ha elevado sus costos de producción y disminuido sus utilidades. Para defenderlas, en virtud de que los salarios ya están bastante deprimidos, no les queda otro recurso que echar mano de su poder monopólico de imposición de los precios a escala planetaria ralentizando la producción, es decir, generando una escasez artificial y, por tanto, una elevación de los precios.
Ante este escenario, los trabajadores, aquellos que laboran en la economía informal, en empleo temporal y quienes padecen desempleo abierto, que ven como sus ingresos se encogen, pierden valor y compran menos cada día, deben constituirse en una fuerza organizada y “luchar por mayores salarios y mejores niveles de vida; una lucha, no contra los patrones, sino contra el capital”. “Y es eso justamente lo que no ve el PACIC de López Obrador y de ahí que esté condenado al fracaso, eso sí, en perjuicio de las clases pobres del país”, por ello el líder nacional de los antorchistas llamó a los obreros mexicanos a recordar y poner en práctica la consigna lanzada por Marx y Engels en su tiempo: ¡Proletarios de todos los países, uníos!, como única salida a esta crisis global, finalizó.