El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el año 2022 resultará difícil para la economía mundial y pronostica un riesgo elevado de recesión en 2023, declaró la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
“El año 2022 será difícil, y 2023, posiblemente, aún más difícil, con un mayor riesgo de recesión”, escribió Georgieva en un informe.
Subrayó que de momento el futuro de la economía global es incierto, lo que se debe a varios factores, incluidas las interrupciones de suministros de gas a Europa, la operación militar rusa en Ucrania, las medidas restrictivas impuestas por la pandemia del Covid-19 y niveles altos de inflación en varios países.
“Por eso necesitamos acciones decisivas y una estrecha cooperación internacional liderada por los países del Grupo de los Veinte [G20]”, recalcó Georgieva.
Los precios del gas y la electricidad en Europa comenzaron a aumentar después del inicio de la operación especial militar rusa en Ucrania el 24 de febrero y la posterior imposición de las sanciones antirrusas.
Además, el pasado 1 de julio, Eurostat, el organismo de estadística de la Unión Europea, informó que, según la estimación relámpago, la inflación anual en la zona del euro subió cinco décimas el pasado mes.
En junio de 2021, la inflación anual en el área del euro fue del 1.9%.
Medidas para apoyar a los países con una deuda grande
Además, añadió que los países con una deuda grande deben endurecer la política fiscal para hacer frente a la inflación, declaró la directora gerente del Fondo Monetario Internacional.
“Los países que enfrentan un aumento en la carga de la deuda, deben endurecer su carga fiscal. Esto (…) ayudará a hacer frente a la inflación”, afirmó Gueorguieva.
Señaló que la política fiscal debe contribuir a los esfuerzos de los bancos centrales para afrontar el aumento de los precios.
La jefa de la FMI destacó la necesidad de las medidas para apoyar a los hogares debido al aumento de los precios de los alimentos y la energía, y señaló que las transferencias de efectivo directas ya han mostrado su eficacia en este asunto.
Agregó que las nuevas medidas deben financiarse por nuevos ingresos o recortes de gastos para no aumentar la carga de la deuda.
Además señaló que la mayoría de los bancos centrales deben “continuar endureciendo su política monetaria”.
Los países en desarrollo, añadió, deben reducir sus deudas en monedas extrajeras, dado que “el 30 por ciento de los mercados emergentes y el 60% de los países de bajos ingresos se encuentran en una situación desesperada debido a una deuda críticamente alta”.
Ayuda para luchar contra el hambre y la migración
Los Estados más ricos del mundo deben proporcionar de inmediato asistencia a los países necesitados para luchar contra el hambre y la migración, declaró Georgieva.
“Para prevenir el hambre, la desnutrición y la migración, los países más ricos deben ayudar urgentemente a los necesitados, incluso a través de financiamiento multilateral, especialmente a través del Programa Mundial de Alimentos”, apuntó la directora gerente del FMI a través de su informe Ante el deterioro de las perspectivas económicas: cómo puede responder el Grupo de los Veinte (G20).
Según la jefa del FMI, lo primero que deben hacer es levantar lo antes posible las sanciones impuestas sobre las exportaciones de alimentos.
Además, señaló, se necesitan acciones decisivas para introducir un enfoque común a nivel de los países que pertenecen al G20 para gestionar la deuda.
“Los grandes acreedores, tanto soberanos como privados, deben aportar su parte. El tema clave es el progreso en una variedad de asuntos, desde la legislación fiscal y el comercio hasta la preparación para nuevas pandemias y el cambio climático”, subrayó.
Asimismo, destacó la importancia de atender la crisis del costo de vida que, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha empujado a 71 millones de personas en el planeta a la pobreza extrema.