Este primero de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador rinde un informe más de las decenas que ha presentado. En esencia es lo mismo en cada acto; ya sea frente al “pueblo” o con integrantes de su gabinete, ha sido lo de siempre: presumir sus megaobras, como el Tren Maya, la Refinería Dos Bocas o el Aeropuerto Felipe Ángeles, sin dejar de lado responsabilizar a administraciones anteriores por la inseguridad y violencia, una economía sin crecimiento y en general a los “conservadores” que se oponen a su gobierno.
López Obrador y los fieles creyentes de que México vive una “transformación” rechazan la información proporcionada por diferentes organismos nacionales e internacionales que evidencian la situación en la que se encuentra el país. En estos cuatro años hubo un incremento de casi seis millones de nuevos pobres, una inflación como no se había visto desde hace 21 años, más de 100 mil víctimas de homicidio, violencia creciente en la mayoría del país y más de 250 mil muertos debido al pésimo tratamiento de la pandemia por Covid-19.
En el caso de las cifras de pobreza, de acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) 2018, en México había 52 millones de pobres. Para 2020, incrementó a 55.6 millones de personas en situación de pobreza. Y para este 2022, la misma institución calculó que los pobres en México rondan los 58.1 millones, es decir, 2 y medio millones más que hace dos años y 6.1 millones de pobres más que al inicio del mandato de AMLO.
Al mismo tiempo, la violencia incrementa en México, a pesar de que la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, haya dicho que en julio hubo una caída del 6.3 por ciento respecto al mismo mes del año pasado. Julio es el segundo mes más violento en lo que va del año en curso, solo por debajo de mayo, cuando ocurrieron 2 mil 827 crímenes en todo el país.
Con las propias cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en 42 meses de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, han ocurrido 118 mil 192 homicidios dolosos y 3 mil 463 feminicidios, que sumados alcanzan las 121 mil 655 muertes violentas. Al actual sexenio aún le faltan por contabilizar los asesinatos que ocurran en lo que resta de su mandato.
Las cifras de AMLO ya superaron las 120 mil 463 muertes violentas ocurridas durante el sexenio del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, cuando inició la guerra contra el narcotráfico, y está a poco más de 34 mil de rebasar la violencia registrada de su antecesor Enrique Peña Nieto.
Durante sus años de campaña, Andrés Manuel López Obrador prometió y juró que con una serie de propuestas llevarían a un crecimiento del PIB del 6 por ciento y la creación de un millón 200 mil empleos al año. Pues ni lo uno ni lo otro. La expectativa de crecimiento del Grupo Financiero Base, estima que la economía mexicana crezca un total de 0.84 por ciento entre 2018 y 2024. En 2020, la economía mexicana cayó 8.38 por ciento en términos reales y creció a una tasa anual de 5 por ciento en 2021. No obstante, el Producto Interno Bruto sigue siendo 3.61 por ciento más pequeño que en 2019, antes de la llegada del Covid-19.
En el caso de la generación de empleos, no se han creado ni la mitad de los que López Obrador prometió. Datos del IMSS correspondientes a los primeros tres años de gobierno estiman que se crearon apenas 540 mil empleos.
Previo a su informe, AMLO lanzó varios spots presumiendo los logros del cuarto año de gobierno. Uno de ellos es el relacionado con las Universidades del Bienestar, en el que afirma que creó 145 universidades públicas. Sin embargo, la mayoría de las sedes de las Universidades del Bienestar corresponden a edificios prestados con pocos alumnos y sin reconcomiendo oficial.
Luis Estrada, en su libro más reciente titulado “El imperio de los otros datos” correspondiente a tres años de gobierno, señala que López Obrador ha realizado más de 700 conferencias de prensa, con un promedio de casi dos horas. El presidente acumula cerca de 67 mil afirmaciones falsas, engañosas o que no puede probar, equivalente a un promedio de 90 diarias. Mientras, el número de mentiras va aumentando semana a semana.