La Constitución mexicana establece que, una de las obligaciones del presidente en turno es presentar un informe por escrito sobre el estado general que guardan el Gobierno y la administración pública del país al inicio de cada año legislativo, es decir, cada 1 de septiembre. Además, la ley permite la difusión de mensajes referentes al informe en este periodo del año.
Entre estos anuncios, Andrés Manuel López Obrador, promociona las diferentes obras de su gobierno, aunque ofrece pocos números o pruebas de resultados concretos de las políticas públicas que se han puesto en marcha desde la llegada a la presidencia en 2018. Mientras que varias de las afirmaciones que se hacen son verdades a medias o llanas mentiras.
Tal es el caso del spot en el que se habla del Aeropuerto Felipe Ángeles, que supuso la cancelación de la construcción del Aeropuerto de Texcoco y pretendía aliviar la saturación del Benito Juárez de la Ciudad de México, cuyos servicios se han deteriorado desde hace décadas.
“No somos iguales, durante los gobiernos neoliberales nunca hicieron una obra como esta”, dice AMLO a cuadro con tres militares detrás.
México tiene 5 aeropuertos principales, después del de la Ciudad de México, el de Cancún es el segundo más importante con un flujo aproximado de 20 millones de pasajeros anuales y las estadísticas muestran que 9 de cada 10 visitantes de este destino llegan por aire. Sobre este aeropuerto, fue precisamente Felipe Calderón, quien inauguró la segunda pista y la nueva torre de control que, en su momento, se dijo que también lo convertía en el “mejor aeropuerto de Latinoamérica”.
Los otros tres aeropuertos importantes de México son el de Guadalajara, Monterrey y Tijuana. Todos tienen más vuelos que el AIFA y una mejor calificación.
“Se construyó en dos años y medio. Nos ahorramos 100,000 millones de pesos”, continúa AMLO en el anuncio.
En realidad, el aeropuerto se encuentra en lo que era la base aérea militar Santa Lucía, y lo que se hizo fue ampliar dos pistas y una nueva torre de control, casi lo mismo que se hizo con el de Cancún en el sexenio de Calderón.
Por su parte, mientras que en un inicio el mandatario anunció que las obras tendrían un costo de 75.000 millones de pesos, un año después se cambió la estimación a 80,000 millones. Sin embargo, para el 2021 la Secretaría de Hacienda reveló que se habían ejercido 104,531 millones de pesos en la construcción, sin contar lo del 2022, año en que se puso en marcha.
En lo que respecta a la cancelación del NAIM, mientras la SCT (Secretaría de Comunicaciones y Transportes) calculó que tendría un costo de 75,223 millones de pesos; la ASF (Auditoría Superior de la Federación) dijo en 2021 que en realidad había costado 331,996 millones de pesos, aunque después “corrigió” la cifra que quedó en 113,327 millones de pesos.
En total, cambiar la ubicación del aeropuerto y ampliar la base de Santa Lucía ha significado una erogación de 217,858 millones de pesos, sin contar lo ejercido en 2022.
“Es el mejor aeropuerto de América Latina”, dice el Ejecutivo Federal.
Este dato es completamente erróneo, pues en la lista de la consultora británica Skytrax no aparece ningún aeropuerto mexicano entre los primeros 10 lugares en la que el Doha Hamad, en Qatar, ocupa la primera posición, mientras que la lista de los mejores de Latinoamérica está liderada por El Dorado, en Bogotá, Colombia, seguido del Aeropuerto Internacional de Quito, Ecuador.
Ambigüedades sobre el Banco del Bienestar
“Antes los gobiernos neoliberales utilizaban el dinero del pueblo, el dinero del presupuesto, que es dinero sagrado, para rescatar a los banqueros. Ahora el presupuesto llega al pueblo a través del Banco del Bienestar”, dice un segundo spot.
Hasta el momento, el gobierno no ha conseguido dar los 500,000 millones de pesos de sus programas sociales, que incluyen la pensión de los adultos mayores, las becas a jóvenes de nivel básico y medio superior, así como a madres solteras, a través de una estructura propia. No sólo porque no ha terminado de construir las sucursales del Banco del Bienestar, sino porque el costo operativo de una institución financiera de este nivel es mucho más alto que el presupuestado.
En el 2019, el gobierno anunció que la distribución de los recursos se haría a través de Banco Azteca, que pertenece a Ricardo Salinas Pliego, un empresario cercano al presidente a pesar de que es uno de los principales deudores del SAT.
A mediados de este año, AMLO anunció que Telecomm Telégrafos, que cuenta ya con más de 1.700 sucursales en todo el país, operará desde ahora como Financiera del Bienestar con el fin de que, además de recibir remesas como ya lo hace, pueda ofrecer productos de ahorro y crédito, así como fungir como centro de atención para migrantes.
Datos de la CNBV (Comisión Nacional Bancaria y de Valores) muestran que el Índice de Morosidad, que muestra el nivel de cartera vencida o créditos con impago, del Banco del Bienestar es del 35,46 por ciento, el mayor entre las entidades que conforman la Banca de Desarrollo. En consecuencia, el gobierno dejó de otorgar créditos a través de esta instancia.
Este año, la dependencia calcula que la institución duplicará sus gastos operativos para alcanzar la meta de las sucursales prometidas, y superará los 7,300 millones de pesos, un aumento del 85% respecto a los 3,813 millones de pesos ejercidos en 2021. Mientras que la promesa de ofrecer servicios bancarios en los municipios más remotos del país con dos millares de sucursales de la institución se ha aplazado al 2023.