Bajo el efecto de los conflictos, el cambio climático y la inestabilidad económica agravada por la pandemia de covid-19 y las repercusiones de la crisis en Ucrania, 970,000 personas están amenazadas por “una hambruna catastrófica” (fase 5 de la CIP, la clasificación integrada de las fases de seguridad alimentaria).
Podrían morir de hambre si no se toman medidas, advirtieron el Programa Mundial de Alimentos (PAM) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Esto es diez veces más que hace seis años cuando solo dos países tenían una población en la fase 5.
Según el informe, Afganistán, Etiopía, Nigeria, Sudán del Sur, Somalia y Yemen permanecen en “máxima alerta” como puntos calientes, representando por sí solos casi un millón de personas que se enfrentan a niveles catastróficos de hambre (fase 5 del CIP “Desastre”), donde el hambre y la muerte son una realidad cotidiana y donde pueden producirse niveles extremos de mortalidad.
“La grave sequía en el Cuerno de África ha llevado a las poblaciones al borde de la hambruna, destruyendo cultivos y matando al ganado del que depende su supervivencia”, dijo en un comunicado Qu Dongyu, Director General de la FAO.
Presencia de hambruna vs ausencia de seguridad alimentaria
“La inseguridad alimentaria aguda está aumentando rápidamente y se está extendiendo por todo el mundo”.
Mientras tanto, el informe pone de relieve la crisis del hambre en el Cuerno de África, donde se espera que continúe la sequía más larga en más de 40 años. Hasta 26 millones de personas podrían enfrentarse a niveles de inseguridad alimentaria de tipo crisis o peor (fase 3 del CIP y más) en Somalia, el sur y el este de Etiopía, así como en el norte y este de Kenia.
La ayuda humanitaria corre el riesgo de reducirse debido a la falta de financiación, el espectro de mortalidad masiva por hambre se cierne en Somalia. Y la hambruna corre el riesgo de establecerse en los distritos de Baidoa y Burhakaba en la región de Bay en octubre.
En ausencia de una respuesta humanitaria adecuada, los analistas prevén que para diciembre, hasta cuatro niños o dos adultos de cada 10,000 personas morirán cada día.
Cientos de miles de personas ya se enfrentan al hambre hoy en día y se esperan niveles de desnutrición de drogas entre los niños menores de 5 años. Esta es la tercera vez en 10 años que Somalia está amenazada por una devastadora hambruna.