En el periodo enero-diciembre de 2021, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador retrocedió a mínimos históricos en materia de aseguramientos de droga, decomiso de vehículos a miembros del crimen organizado y detenciones de presuntos narcotraficantes.
De acuerdo con la tabla estadística “Esfuerzo nacional en la lucha contra el narcotráfico” –que se publica en el Cuarto Informe de Gobierno y que tiene como fuente la Procuraduría General de la República (hasta 2018) y la Fiscalía General de la República (a partir de 2019) –, estos retrocesos se dieron en la erradicación de cultivos ilícitos de marihuana y amapola.
Los datos de la institución que preside el fiscal Alejandro Gertz Manero revelan que el año pasado se eliminaron mil 040.8 hectáreas de mariguana, mientras que la erradicación de cultivos de amapola fue de 11 mil 162.7 hectáreas, las cifras más bajas desde que inició este registro, en 2001.
Respecto a los aseguramientos de enervantes, los datos del informe revelan que 2021 fue el año con el mínimo histórico en decomisos de marihuana (91.3 toneladas) y psicotrópicos (32 mil 101 unidades). También el segundo año con menor aseguramiento de goma de opio (207 kilogramos), sólo por encima de 2020.
Por otro lado, el número de detenidos en 2021 por delitos relacionados con la delincuencia organizada es el más bajo en dos décadas, con 10 mil 889 arrestos (10 mil 081 de mexicanos y 808 de extranjeros).
El año en el que se dieron más detenciones fue 2009, durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, con 42 mil 142 (41 mil 699 nacionales y 443 extranjeros), mientras que los años donde se reportaron menos detenciones fueron 2020, con 12 mil 685 (12 mil 200 nacionales y 808 extranjeros) y 2003, con 13 mil 571 (13 mil 167 de mexicanos y 404 extranjeros).
Ocurre lo mismo con el aseguramiento de vehículos, rubro que comprende unidades terrestres, aeronaves y embarcaciones. La tabla publicada en el Cuarto Informe de Gobierno de López Obrador señala que el total de confiscaciones en 2021 fue de nueve mil 379.
Esta cifra de aseguramientos de vehículos no se registraba desde 2007, primer año de gobierno del panista Felipe Calderón, cuando se reportaron nueve mil 316 decomisos.
Los años donde se registraron más confiscaciones de vehículos a presuntos miembros de cárteles de las drogas fueron 2011, con 37 mil 931; 2012, con 28 mil 913 y 2010, con 18 mil 781.
En reiteradas ocasiones el presidente López Obrador ha defendido su estrategia de seguridad, la cual apuesta por la Guardia Nacional, una corporación creada en este sexenio que aunque constitucionalmente está concebida como un cuerpo civil, por la vía de los hechos se integra principalmente de militares.
Esta situación ha sido criticada por organizaciones civiles como un intento del titular del Ejecutivo federal de militarizar el país y que, lejos de ser distinto a lo que sus antecesores hicieron para atender el tema de seguridad, viene incluso a profundizarlo.
Actualmente se discute en el Senado de la República una iniciativa del presidente López Obrador para traspasar el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), misma que fue avalada por la mayoría de Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados.
En su iniciativa, el primer mandatario defiende la militarización de la Guardia Nacional al considerar que el crimen organizado se ha convertido en una fuerza “cuasimilitar” que usa la violencia contra la población y las instituciones públicas y pone en riesgo la gobernabilidad democrática.
Incluso, reveló que cambió de opinión respecto al uso de militares en tareas de seguridad pública por tratarse de un problema grave.
«Cambié de opinión, ya viendo el problema que me heredaron», afirmó en su conferencia matutina del martes.
Sin embargo, la estrategia implementada por el gobierno de la Cuatroté ha dado menos resultados que la de sus antecesores en lo que se refiere a detenciones y aseguramientos.
Cambio de metodología
En lo que respecta al aseguramiento de armas de fuego a grupos criminales fue 2011, penúltimo año de gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, cuando se alcanzó un máximo con 40 mil 406 decomisos.
Con la llegada de la administración de Enrique Peña Nieto los aseguramientos de armas al crimen organizado tuvieron un descenso significativo hasta llegar a un promedio de entre seis mil y siete mil en la última mitad de ese sexenio.
En el primer año de López Obrador, el aseguramiento de arsenal se mantuvo casi en los mismos niveles y no fue sino hasta 2020 cuando se observó un repunte con 20 mil 433 decomisos. El año pasado el número de armas de fuego incautadas fue de 20 mil 250.
No obstante, es difícil saber si esto es un logro de la Cuatroté o de un cambio en la metodología para capturar los datos. Y es que el gobierno federal puntualiza en su informe que hasta 2019 sólo se reportaban armas cortas y largas aseguradas en el ámbito federal, y que “a partir de 2020 se incluyen armas largas, cortas, especiales y otras que no se ha podido determinar su tipo, decomisadas en el ámbito federal y estatal”.
Los años que registran el mayor número de aseguramientos de armas de fuego son 2011, con 40 mil 406; 2010, con 34 mil 004, y 2009, con 32 mil 588, mientras que los años donde se reportan menos confiscaciones son 2006, con cuatro mil 220; 2005, con cinco mil 115, y 2004, con cinco mil 577, durante la administración de Vicente Fox Quesada (2000-2006).