Un busto de Vladimir Lenin, creado por el escultor estonio Matti Varik, ha sido retirado del centro de la ciudad de Kotka, en el sur de Finlandia; se trataba del último monumento al líder de la Revolución Bolchevique que quedaba en pie en el país nórdico que, al igual que sus vecinos con pasado soviético, ha iniciado una campaña para desmantelar de sus calles cualquier vestigio de homenaje a esta etapa.
Donada a la ciudad en 1979 por su hermanamiento con Tallín, la capital estonia, era hasta ahora el último gran homenaje a un político soviético en las calles de Finlandia, si bien existen placas conmemorativas más discretas del propio Lenin en otros puntos del país.
El busto de bronce, objetivo de vandalismo en varias ocasiones, le será entregado al Museo de Kymenlaakso, región en la que se encuentra la ciudad de Kotka, tal y como ha contado su directora, Kirsi Nikou, a la televisión pública finlandesa Yle. La decisión fue tomada en junio por el Ayuntamiento.
A finales de abril, las autoridades de Turku (suroeste) ordenaron la retirada de otro busto de Lenin del centro histórico de la ciudad, alegando la fuerte controversia que causaba entre la población local después de que Rusia decidiera lanzar su operación especial en Ucrania el pasado 24 de febrero.
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, varios son los países con pasado soviético que han puesto en marcha el desmantelamiento de varios de los monumentos que aún seguían en pie en sus plazas y calles, siendo los Estados bálticos quienes más empeño han puesto por deshacerse de ellos.