La escritora francesa Annie Ernaux, conocida por sus novelas sobre clase y género basadas en su experiencia personal, ganó este jueves el Premio Nobel de Literatura, anunció el jurado.
La autora de 82 años, fue recompensada por “la valentía y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, los distanciamientos y las restricciones colectivas de la memoria personal”, explicó el jurado.
El premio está dotado con 10 millones de coronas (unos 911.000 dólares).
Ernaux declaró a la televisión sueca SVT que este galardón supone para ella “un gran honor” pero también una gran “responsabilidad”.
“Considero que se me hace un gran honor y para mí es al mismo tiempo una gran responsabilidad recibir el premio Nobel” dijo la galardonada, aludiendo a una necesidad de “testimonio de justicia respecto al mundo”.
El año pasado, el galardón recayó en el autor británico de origen tanzano Abdulrazak Gurnah, por su obra sobre los refugiados, el colonialismo y el racismo.
Ernaux, cuyo nombre circulaba desde hace años entre los posibles ganadores de la prestigiosa recompensa, es la 17ª mujer que lo obtiene, entre los 119 laureados desde que se instauró el premio en 1901.
Profesora de literatura en la universidad, Ernaux ha escrito una veintena de obras, donde aborda el peso de la dominación de las clases sociales y la pasión amorosa, dos temas que han marcado su trayectoria.
Entre sus obras figuran “Los armarios vacíos” (1974), “El acontecimiento” (2000) o “Los años” (2008).
Ernaux ha publicado una obra esencialmente autobiográfica que constituye una radiografía de la intimidad de una mujer que evoluciona en la estela de los grandes cambios de la sociedad francesa de la posguerra.
“Sucio, feo”
Nacida en 1940, Annie Ernaux vivió hasta sus 18 años en el café-tienda “sucio, feo” de sus padres en Yvetot, en Alta Normandía (norte de Francia), un medio del que salió gracias a una cátedra en Letras Modernas que obtuvo luego de un intenso trabajo intelectual.
Con su prosa cristalina, Annie Ernaux formaba parte de los favoritos en los círculos literarios, pero ella asegura que este premio ha sido una gran “sorpresa”.
“Su obra carece de concesiones, y está escrita en un lenguaje simple, limpio” subrayó el académico Anders Olsson en su presentación de la obra de la galardonada con el premio Nobel.
Su último libro, “Le jeune homme”, apareció a principios de mayo en Gallimard, su editor de toda la vida.
Críticos y pronosticadores estaban divididos este año entre dos escuelas: quienes veían en los últimos premios la confirmación de que la Academia no quiere galardonar a escritores ya famosos, sobre todo cuando venden muchos libros; o los que pensaban que la Academia iba a cambiar, premiando a un autor de renombre mundial, o al menos en la lista de los favoritos habituales.
Crisis en la Academia
La Academia sueca se está recuperando de una larga crisis, tras un escándalo #Metoo en 2017-2018 y la atribución el año siguiente de un controvertido Nobel al escritor austriaco Peter Handke, de posiciones favorables a Slobodan Milosevic, acusado de crímenes de guerra
La Academia, reputada y criticada por sus elecciones masculinas y “eurocentradas”, ha premiado desde entonces a la poetisa estadounidense Louise Glück y al novelista británico nacido en Zanzibar, Abdulrazak Gurnah, cuya obra está centrada en los tormentos del exilio y de los refugiados, en el anticolonialismo y el antirracismo.
El galardón de Literatura será seguido por el muy esperado premio de la Paz el viernes.
La jornada de los Nobel concluye el lunes con la asignación del premio de Economía, el único que no estaba previsto en el testamento de Alfred Nobel.