Los récords de violencia generados por los grupos del crimen organizado en la última década han disparado el número de personas desplazadas, alcanzando a 379,322 mexicanos, principalmente niños, niñas, jóvenes y mujeres.
De acuerdo con el informe “Episodios de Desplazamiento Interno Forzado Masivo en México” de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), el 2021 cerró con más de 28,900 personas desplazadas de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Zacatecas, Ciudad de México y Michoacán, todas entidades gobernadas por Morena y con un alto nivel poblacional de origen indígena.
Entre las causas más constantes de este desplazamiento por género, los hombres señalan el desempleo. Las mujeres, por su parte, huyen de la violencia y del reclutamiento de los niños y jóvenes por el crimen organizado.
En comparación con el último sexenio del presidente Enrique Peña Nieto (PRI), en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (Morena) el número de casos por desplazamiento forzado aumentó en 57 municipios de 10 estados de la república.
Además, se señala el despojo de tierras como otro nuevo factor que se sumó para incrementar el número de desplazados, no excluyendo la participación de los gobiernos para concretar megaproyectos como el Tren Maya en el sur de México.
Las personas que han huido de sus hogares han pasado a engrosar los cinturones de pobreza en la frontera norte, esperando la oportunidad de pedir asilo en EE.UU. con el temor de que sus solicitudes sean bloqueadas por las autoridades estadounidenses y sean deportados.