Las perspectivas económicas deben verse en función de la condición concreta de cada clase social, teniendo en cuenta que las clases trabajadoras son las que forjan la riqueza nacional, pero no las que disfrutan de la riqueza que producen.
Por: Brasil Acosta
Para la mejor comprensión de nuestros amables y pacientes lectores, las perspectivas económicas están en función de cómo le vaya al pueblo en el proceso. Recordaba una anécdota que contaba mi maestro de Economía Política. Decía que, había que ver las cosas en función de la condición particular de las clases sociales y ponía el siguiente ejemplo: mientras la familia se reúne en diciembre, lo hace en torno a la cena de navidad y el elemento principal, alrededor del cual se agrupan y regocijan los miembros de la familia, el pavo. Todo es alegría, risas, anécdotas, etc.; sin embargo, decía mi maestro, si vemos ahora las cosas desde la perspectiva de los pavos, entonces toca a los hijos del pavo y a su mujer despedirse del padre, pues, le toca ser sacrificado para que los humanos disfruten en su cena.
En ese sentido, las perspectivas económicas deben verse en función de la condición concreta de cada clase social, teniendo en cuenta que las clases trabajadoras son las que forjan la riqueza nacional, pero no las que disfrutan de la riqueza que producen. Así, los potentados de este país hablan maravillas del desempeño del Banco de México, cuya política monetaria tiene a un peso fuerte, alineado con los intereses de los Estados Unidos, y también hablan maravillas del gobierno, pues ha decidido no endeudarse ni incrementar los impuestos o crear nuevos. Decía una doctora en ciencias que la clase capitalista en México está de plácemes, que es cierto que en lo individual este gobierno se “trae cortito” a cada capitalista, pero como clase le ha ido muy bien y ello se refleja en los siguientes datos:
En la revista Expansión leemos: “La mayor parte de la población estuvo encerrada en sus casas y vio sus ingresos disminuir. Muchas personas perdieron su trabajo y se endeudaron. Pero los ricos se hicieron todavía más ricos.[1]”
La Oxfam, en su “Primer informe sobre el estado de la riqueza en el país” (23 de enero de 2023), señaló que “durante la pandemia, la fortuna de los 15 mil millonarios mexicanos aumentó 645 mil millones de pesos”; este informe también señaló que “las personas contribuyentes con ingresos arriba de 500 millones de pesos anuales apenas representaron el 0.03% de la recaudación total de impuestos” y que “un impuesto a las grandes fortunas mexicanas de hasta el 5% recaudaría 270 mil millones de pesos anuales, suficiente para incrementar el actual gasto en salud pública en casi 40%”.
El informe señala, además, que “Carlos Slim, el hombre más rico de México y de América Latina y el Caribe, concentra más riqueza que la mitad de la población mexicana y ha visto crecer su fortuna en un 42% desde el principio de la pandemia, un monto equivalente a 20 millones de pesos por hora”. Otro dato relevante es el siguiente: “por cada 100 pesos de riqueza creada entre 2019 y 2021, 21 pesos se fueron al 1 por ciento más rico y apenas 40 centavos al 50 por ciento más pobre”; asimismo, señaló que “el gobierno mexicano aún no ha implementado una reforma fiscal progresiva que le permita aumentar sus ingresos y sigue ocupando la última posición entre las grandes economías de América Latina y el Caribe por recaudación de impuestos a la riqueza, con un monto que apenas alcanza el equivalente al 0.34% del PIB, frente al promedio latinoamericano de 2.57%”. “En nuestro informe mostramos que los ricos no ganaron su fortuna echándole ganas y siguen sin pagar lo que les toca. La pandemia es la mejor muestra: mientras millones de personas batallábamos con el día a día de las cuarentenas, los 15 mil millonarios mexicanos se enriquecían aún más. Estamos en la misma tormenta, pero no en el mismo barco. Mientras la mayoría luchamos por mantener nuestro barquito a flote, los súper ricos nos observan con desdén desde sus gigantescos yates.” “Los impuestos a las grandes fortunas forman parte del pasado de México y son parte del futuro de América Latina. La desigualdad no es natural, es una decisión política. Si queremos continuar separando el poder económico del político, es fundamental una reforma fiscal progresiva”, finalizó Alexandra Haas”[2].
Ahora, visto por el lado de las clases trabajadoras, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en 2018, en México había 52 millones de pobres. Y ya para 2020, los pronósticos de esta agencia latinoamericana para México no eran mejores: «México tendrá la cuarta proporción más alta de población en pobreza de América Latina y el Caribe a partir de 2020», estimaba la CEPAL. Esto equivale a 55.6 millones de personas en situación de pobreza.
“Damián explica en entrevista con DW que «mientras la CEPAL habla de 52 millones de pobres en México en 2018, la realidad es que aquí ya teníamos 90 millones de pobres, o sea, alrededor del 73 por ciento de una población de 132 millones». Damián, autora del libro El tiempo, la dimensión olvidada de los estudios de pobreza y bienestar, parte de que los pobres en México son casi el doble de las cifras oficiales. ¿Reinan la opacidad y confusión en las cifras sobre la pobreza en México? «No, es que no existen», acota la experta”[3].
Viene una tormenta según dicen varios analistas derivada del incremento de las tasas de interés, del conflicto atizado por Estados Unidos y por la Unión Europea, acicateada por los norteamericanos, en Ucrania y, sobre todo, de la política norteamericana de golpear a China y a Rusia concentrando las cadenas de suministro temporalmente en las regiones de América del Norte, particularmente en México, elevando con ello los costos de las mercancías finales; y un efecto del inicio de esta crisis se ha visto en México en la inflación del 8%, cifra no vista desde 2001; pero, aunque este gobierno se ha empeñado en repartir dinero a diestra y siniestra, para beneficiar a una población restringida, más bien para obtener votos, no va a poder evitar la crisis, pues los elementos que contribuyen a hacerlo, como es la inversión pública, la inversión en educación y en ciencia y tecnología, simplemente están ausentes en este gobierno. Por ello, si las clases poderosas están de plácemes con este gobierno, ello significa que a los pobres les está yendo muy mal y ese es el panorama de la economía en México 2023.
[1] https://expansion.mx/opinion/2023/01/23/entrelineas-super-ricos-mexico-ahora-mas-ricos
[2] https://bit.ly/3RGZMgH
[3] https://www.dw.com/es/las-pobres-cifras-de-la-pobreza-en-méxico/a-62761881