El periodista ganador del premio Pulitzer Seymour Hersh reveló este miércoles en un artículo cómo buzos de la Marina de Estados Unidos colocaron explosivos en los gasoductos Nord Stream en junio de 2022 para ser detonados tres meses después cuando se agravaban las tensiones entre Rusia y Occidente.
Según la fuente del periodista, que tiene “conocimiento directo” de la operación, el sabotaje fue operado bajo el ejercicio BALTOPS 22 de la OTAN.
El artículo señala que Josep Biden decidió sabotear los principales abastecedores de gas de Europa después de nueve meses de discusiones altamente secretas entre el equipo de seguridad de Washington, buscando siempre la manera de no dejar rastros del responsable.
La Casa Blanca rechazó la publicación del periodista, tachándola de “suposiciones falsas”.
El plan
Por órdenes del presidente Biden, el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, convocó a la primera reunión de alto nivel en diciembre de 2021 a los Jefes de Estado Mayor Conjuntos, la CIA y los Departamentos de Estado y Tesoro para planear la destrucción de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 como una manera de responder al conflicto en Ucrania.
Las reuniones se llevaron a cabo en una sala del piso superior del Antiguo Edificio de Oficinas Ejecutivas en la Casa Blanca, señala la fuente. Ahí mismo, la Marina estadounidense propuso un submarino para “asaltar el oleoducto”. La Fuerza Aérea propuso atacar con bombas con “fusibles retrasados que podrían detonarse de forma remota”. Pero la CIA sugirió una forma encubierta, y fue ella quien elaboró el plan usando buzos altamente capacitados en aguas profundas para colocar las bombas.
Una vez encomendado el plan, la CIA informó a principios de 2022 que tenía una manera de hacer “estallar los oleoductos”, dijo la fuente de Seymour Hersh.
Washington supo aprovechar el odio de los noruegos hacia los rusos, por lo que decidió pedir ayuda al gobierno de Noruega para destruir los gasoductos, y como resultado Noruega aprovecharía para vender más gas natural a Europa.
Para la detonación de las bombas se utilizó una sonoboya que dejó caer un avión de vigilancia de la Armada Noruega el 26 de septiembre de 2022, emitiendo sonidos de baja frecuencia que activaron los temporizadores e hicieron estallar el Nord Stream 1 y 2.