El Parlamento de Rusia ha aprobado este miércoles el proyecto de ley que suspende la participación del país en el Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III), una votación que ha salido adelante un día después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, anunciara la decisión y enviara el documento correspondiente al organismo.
Así, el Consejo Federal del país, la Cámara Alta, ha dado el visto bueno al proyecto de ley tras recibir el texto, previamente aprobado por la Duma, la Cámara Alta. La legislación contempla que la decisión de reactivar su papel en el tratado con Estados Unidos deberá ser adoptada por el propio mandatario y recalca que Washington “fracasa deliberadamente a la hora de cumplir con sus obligaciones bajo el tratado” en lo relativo a las inspecciones bilaterales del arsenal nuclear.
Asimismo, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha destacado que la reacción de los países occidentales a la decisión de Moscú “no da motivos de esperanza para algún tipo de disposición a un diálogo o negociaciones”, según ha informado la agencia rusa de noticias Interfax. “Estamos viendo las primeras reacciones. Están bastante consolidadas entre los representantes del Occidente colectivo”, ha zanjado.
Putin anunció el martes la suspensión del Nuevo START, prorrogado en 2021 por un plazo de cinco años. El tratado busca limitar el despliegue de armas nucleares de alcance intercontinental por ambas partes, permitiendo comprobaciones frecuentes de los programas de cada país por parte del contrario, y permite a Washington y Moscú desplegar hasta 700 misiles balísticos intercontinentales y 1,550 cabezas nucleares en esos misiles.
Si se pone fin al tratado o expira sin una renovación, los arsenales nucleares de las dos mayores potencias nucleares del mundo no tendrían ninguna limitación por primera vez desde los años setenta, en plena Guerra Fría, y ninguna de las partes podría controlar el arsenal del contrario.