El Gobierno de Estados Unidos no descarta por ahora la posibilidad de declarar a los cárteles mexicanos del narcotráfico como grupos terroristas, algo que han pedido algunos republicanos y a lo que se oponen las autoridades de México.
“Haremos siempre lo que sea más efectivo y lo que esté en nuestras manos para que estos grupos rindan cuentas”, dijo este martes el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, al ser preguntado por este tema en su rueda de prensa diaria.
El funcionario recordó que los cárteles mexicanos ya están sancionados por Estados Unidos pero insistió en que Washington usará “cada herramienta prevista en la ley para trabajar con los socios mexicanos” en contra de estas organizaciones.
Price consideró que la violencia del narcotráfico supone “un desafío a largo plazo” para ambos países y aseguró que Estados Unidos le dedica “toda su atención”.
“Cooperaremos y trabajaremos de forma colaborativa con nuestros socios mexicanos en todos los ámbitos para abordar la inseguridad, el narcotráfico y las amenazas a la seguridad en nuestra frontera”, afirmó el portavoz.
El caso que reafirma la necesidad de atender la violencia de los cárteles
Price se expresó así después de que este mismo martes hallaran sin vida a dos de los cuatro estadounidenses secuestrados el viernes pasado en Matamoros, en el fronterizo estado mexicano de Tamaulipas, una región con fuerte presencia del narcotráfico.
A los otros dos supervivientes también los localizaron y los entregaron a Estados Unidos.
El portavoz de la diplomacia estadounidense expresó su “más profundo agradecimiento” con las autoridades mexicanas por su cooperación a la hora de investigar este caso.
Al mismo tiempo, manifestó el deseo del Gobierno de Joe Biden de que “se depuren responsabilidades” por el crimen cometido contra estos estadounidenses.
Algunos legisladores republicanos han aprovechado este suceso para pedir de nuevo que los cárteles del narcotráfico pasen a catalogarse como grupos terroristas, una medida eventual que México ve como una violación a su soberanía porque autorizaría al Ejército estadounidense a combatir estas organizaciones.
La semana pasada, durante una comparecencia ante el Senado, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, dijo que no se opone a la designación de estos grupos como terroristas, pero también advirtió de que hay que cuidar las relaciones diplomáticas con México.