La economía de México creció en el primer trimestre ligeramente por debajo de lo que se había estimado preliminarmente, en medio de un débil desempeño de las actividades agropecuarias, que fue contrarrestado por los servicios y las manufacturas.
El Producto Interno Bruto (PIB) avanzó un 1% frente al periodo octubre-diciembre de 2022, cuando registró un crecimiento del 0.6%, de acuerdo con cifras desestacionalizadas divulgadas el viernes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Anteriormente, la institución había anunciado que su estimación para la segunda mayor economía de América Latina era de un crecimiento de 1.1% en el primer trimestre.
El avance estuvo encabezado por un incremento del 1.5% en las actividades terciarias, que abarcan servicios, y de un 0.6% en las actividades secundarias, que engloban las manufacturas.
En contraste, las actividades primarias, que incluyen la agricultura, la ganadería y la pesca, descendieron un 2.8%.
A tasa interanual, el PIB se aceleró a un 3.7% en el primer trimestre del año, aunque el dato también fue inferior al crecimiento de un 3.9% estimado anteriormente.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) elevó 1.5% el pronóstico de crecimiento de México para 2023, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) lo incrementó a 1.8% el pasado 11 de abril.
Mientras que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de México estimó de forma oficial en marzo que el PIB se elevará 3% en 2023.
La economía mexicana creció 3.1% en 2022 impulsada por todos los sectores, mientras que en 2021 se incrementó 4.8%, menor a la expectativa del gobierno.
México fue uno de los países de Latinoamérica que tardó más en recuperar su PIB tras la pandemia de Covid-19, que causó una contracción histórica de 8.2% en 2020.