El gobierno del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en el municipio de Chimalhuacán necesitó menos de un año y medio para descomponer los sistemas de agua potable y drenaje, que se inunden las calles y los viandantes pierdan la vida, como ocurrió en marzo pasado con tres jóvenes y una niña.
Raymundo Acosta Peña
Antes del año 2000, Chimalhuacán era considerado uno de los basureros del Estado de México (Edomex); las calles no tenían servicio de limpia, estaban colmadas de agua fétida, sus habitantes debían corretear a los “piperos”; y en las temporadas de lluvia debían usar lanchas en buena parte de sus calles porque se convertían en lagunas.
Hoy, con la administración municipal de la morenista Xóchitl Flores Jiménez, esos graves problemas han vuelto a pesar de que, en enero de 2022, el anterior gobierno del Proyecto Nuevo Chimalhuacán le entregó un Organismo Descentralizado de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (ODAPAS) con el 100% de equipamiento sano y con una operación del 95%.
A la alcaldesa del partido de la “Cuarta Transformación” le bastaron solo 16 meses para destruir los buenos servicios públicos que las autoridades municipales antecesoras habían logrado superar para que esta comunidad de la región oriente del Valle de México viviera en un ambiente salubre y sin riesgos físicos.
Patricia Calderón vive con su familia en el Ejido Santa María desde hace 17 años; fue testigo del notable avance que los gobiernos del Proyecto Nuevo Chimalhuacán efectuaron en esta población en el rubro de servicios públicos básicos; y aunque confiesa que en 2021 votó por la entonces candidata morenista Xóchitl Flores, hoy reconoce que se equivocó en tal elección porque lo primero que ésta hizo al llegar a la presidencia fue quitarles el suministro del agua.
“Primero dijeron que se cayeron las cuchillas, después que hubo una fuga y luego que se averió una bomba. Puros pretextos para no trabajar; pero eso sí: vemos pipas que salen de los pozos que supuestamente tienen sellos de clausura, ¿a dónde se están llevando el agua? Solo ellos saben; y aquí llevamos más de un año sin una sola gota”.
Doña Pati y sus vecinos compran agua a las unidades-cisterna al menos dos veces a la semana, lo que representa un gasto de dos mil 400 pesos; es decir, en un año y cuatro meses han destinado 153 mil pesos para tener acceso al vital líquido.
“Voy al corriente con el pago de los servicios, pero ni así me mandan pipa los de ODAPAS de Morena. La directora del organismo (Miriam Laura Lira Rodríguez) primero dijo que nos comunicáramos directamente con ella para mandarnos las pipas. Ahora ya ni nos contesta el teléfono y a mí me tiene bloqueada. Nos hemos manifestado en sus oficinas, en el Ayuntamiento y la carretera México-Texcoco, pero no nos hacen caso; por lo que pedimos la intervención de las comisiones de Agua del Estado de México (CAEM) y Estatal de Derechos Humanos (CEDH) para que ya se resuelva la situación”.
En la misma situación de Patricia se encuentran más de 20 mil vecinos de las colonias Adolfo López Mateos, 17 de Marzo, Buenos Aires, La Mina, Arboledas, Luis Donaldo Colosio, San Agustín y Fraccionamiento Los Olivos, entre otras.
Criminales y corruptos
Visiblemente molesta, doña Pati cuenta cómo, en febrero de este año, la incompetencia de las autoridades morenistas en Chimalhuacán provocó que uno de sus nietos casi muriera al caer a un hoyo de más de dos metros de profundidad que el ODAPAS había perforado en la calle Palma para reparar una fuga.
“Esa vez, mi pequeño iba en su bicicleta, un camión lo deslumbró y se fue al hoyo. El tormento duró más de una hora, pues la ambulancia no llegaba… eso jamás se los voy a perdonar, porque pusieron en riesgo la vida de un ser inocente, quien ahora debe ser valiente para afrontar las secuelas que le causó esa negligencia administrativa”.
Además, recordó que dos jóvenes y una menor perdieron la vida en marzo pasado después de que una lluvia provocara inundaciones en varias partes del municipio, debido a que el ODAPAS Chimalhuacán no ha puesto en operación los cárcamos.
Se informó que ambos jóvenes cayeron en coladeras sin tapas, uno de ellos fue arrastrado por la corriente y rescataron su cuerpo en Arca de Noé y Tizoc; el otro cayó en un registro del sistema eléctrico; y en la avenida Organización Popular, una pipa que corría a alta velocidad atropelló a una mujer y a su hija de cuatro años, una de ellas cayó al torrente de agua y se ahogó.
Un poco más serena, doña Pati comparó a la administración de Morena con las del Proyecto Nuevo Chimalhuacán, de extracción antorchista, que gobernaron durante dos décadas:
“Votamos por los morenistas porque nos prometieron que pavimentarían nuestra calle. Sin embargo, si hubiéramos sabido cómo trabajaban, nunca los hubiéramos elegido. Jamás vienen a esta zona para preguntar siquiera cómo estamos. Tampoco atienden nuestras necesidades y cuando de puro milagro lo hacen, lo hacen mal: ¡15 días se tardaron en venir a reparar la fuga y dejaron el hoyo abierto durante tres meses y ni así tenemos agua! Solo provocaron accidentes con los camiones, que al igual que mi nieto, cayeron”.
Después de una pausa muy breve, continuó: “antes reportábamos una fuga de agua y el director de ODAPAS de ese entonces, Enrique Garduño Ruiz, enviaba a las brigadas y en menos de tres horas ya se encontraban haciendo los trabajos necesarios. Definitivamente, al menos en esta zona del Ejido Santa María, ya no votaremos por Morena; queremos que regrese el exdirector Garduño y toda la gente a la que corrieron”.
Finalmente, doña Patricia denunció que los funcionarios municipales de Morena piden a la gente hasta 15 mil pesos para instalarles tomas domiciliarias; además han cerrado lecherías, quitaron el programa Escuelas de Tiempo Completo y convirtieron en un elefante blanco la subcomandancia municipal, donde ahora solo hay dos o tres policías, una lancha y una unidad de bomberos.
Se quejó de que este servicio “no se mueve para nada. En dos ocasiones solicitamos su auxilio y tardaron horas en llegar, las casas se quemaron. En una de ellas unos perritos sufrieron quemaduras. Entre todos los vecinos ayudamos a apagar el incendio, ¡imagínese usted, y nosotros sin agua!”.
ODAPAS, sin personal suficiente
Trabajadores de este organismo, que solicitaron su anonimato por temor a represalias, denunciaron que las áreas de servicio no cuentan con lo mínimo indispensable para cumplir sus funciones:
“Antes teníamos unidades para transportarnos, nos daban herramientas para la limpieza de rejillas, bocas de tormenta, pozos de absorción y sin problema lo hacíamos; ahora nos mandan a las zonas y solo nos quedamos mirando, porque no nos dan material para trabajar”.
Además, ODAPAS no cuenta con un plan de contingencias, por lo que no están preparados para actuar ante una crisis. “Antes limpiábamos los sistemas de drenaje para evitar inundaciones; ahora eso ya no se hace. Las presas de gavión ya no están cumpliendo con su función de contener el agua; están llenas de basura, lo mismo que las coladeras. No queremos imaginar lo que sucederá cuando empiecen las lluvias fuertes”.
Los empleados del organismo denunciaron que el gobierno municipal los obliga a presentarse en actos de la candidata de Morena a la gubernatura Delfina Gómez. “Agarraron parejo. A los de confianza los amenazaron con correrlos si no iban al evento que hubo en el recinto ferial; y a los sindicalizados les descontaron un día de su salario, supuestamente porque faltaron, cuando en realidad se encontraban en otra reunión con su gremio. Fue represalia por no jalar con Morena”.
Contaron también que el gobierno municipal está dividido, y que por ello todas las áreas están debilitadas: “Cada quién está viendo qué se lleva. Ellos lo han dicho: que solo vinieron por tres años. Ésa es su mentalidad, no ven a futuro y no les interesa trabajar”.
En entrevista, el exdirector del ODAPAS Chimalhuacán (2009-2021), Enrique Garduño Ruiz, puntualizó que durante los cuatro días de la Entrega-Recepción, las autoridades salientes y entrantes recorrieron y verificaron el funcionamiento de cada instalación, por lo que atribuyó la crisis en las redes de agua potable y drenaje a la falta de mantenimiento, a la inexperiencia y al insuficiente personal.
“A un año cuatro meses nos hemos encontrado con diversos problemas que afectan directamente a la población. Por ejemplo, corrieron al 60 por ciento del personal de alcantarillado, por lo cual es nulo el mantenimiento a los equipos de bombeo y a las líneas de drenaje municipal. Básicamente están trabajando con una sola cuadrilla de malacates; eso hace que los trabajos de desazolve sean limitados.
“Nos enteramos también de que la limpieza de las presas de gavión no se realiza, tampoco tienen un programa de cambio de brocales, ni de sustitución de rejillas. Hay muchísimas que están abiertas en todo el territorio. En un escenario como ése, la presencia de una lluvia de fuerte intensidad puede resultar catastrófica”.
Citó, como ejemplo, el descuido del cárcamo San Pablo, que antes contaba con tres motores operando y ahora, con el retiro de dos, trabaja al 30 por ciento de su capacidad, lo cual está ocasionando que se inunden las casas en los barrios San Pablo y San Pedro, donde nunca habían sufrido este problema.
En el caso de la red de agua potable, el problema es mayor, porque todo está distribuido por sectores, que deben estar equilibrados. Por ejemplo, “el tanque del 17 de Marzo, que a su vez manda agua a la colonia Adolfo López Mateos y recibe el agua del tanque El Calvario, requiere un manejo de válvulas especial y con tanto movimiento creemos que se ha desestabilizado el sistema, tanto así que en días pasados se reventó una tubería y hubo una fuga en la línea de conducción que parecía catarata, y eso es producto de una sobrecarga. Lo mismo sucedió en el Tanque Yautlalli, en el que por más de ocho horas se estuvo derramando el vital líquido. Agua sí hay, lo que no saben es trabajar”.
Algo similar debió suceder en el sistema Buenavista, en el Ejido Santa María: “Hace aproximadamente un mes inauguraron la pavimentación de un tramo de la calle Palma; pero ya están reventando el cemento porque colapsó la tubería. Seguro hicieron movimientos de válvulas y afectaron la línea de conducción hacia los tanques. Hay infinidad de problemas: calles que tienen agua, otras que no tienen, unas con muchísima presión y otras con muy baja. Pensamos que con tantos cambios han desequilibrado los sistemas”.
Garduño Ruiz, quien actualmente se desempeña como líder social en el Ejido Santa María, reveló que, con el triunfo electoral de Morena, el pueblo de Chimalhuacán perdió, porque el actual gobierno no tiene empatía con la población:
“Antes, cuando se requería, distribuíamos cinco mil litros de agua a las personas. El día de hoy, si bien les va, les dejan solo 500 litros, lo cual resulta insuficiente para las necesidades del hogar y de las escuelas”.
Por último, invitó a los chimalhuacanos a reorganizarse, a gestionar los servicios que por derecho les corresponden, a participar en jornadas de limpieza para disminuir el riesgo de inundación. En síntesis, a trabajar por su comunidad: “ya quedó claro que no hay varitas mágicas y que hacer promesas no resuelve los problemas. La única manera de hacerlo es trabajando día tras día”.