En México las enfermeras y enfermeros pertenecen a la primera línea de contacto con los pacientes dentro de los servicios de salud, sin embargo, se registra un déficit del personal de enfermería para brindar correcta y oportuna atención en la proporción que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
De acuerdo a datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en México lo ideal es que existan 9 enfermeras por cada mil habitantes, pero solo existen 2.8 lo que genera un déficit de 6.2, equivalentes a 350 mil profesionales de enfermería.
El déficit se traduce en dos vertientes, la falta de reconocimiento al grado de estudios y el subempleo. De acuerdo con estudios de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ENEO) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en promedio egresan, cada año 25,000 profesionales de la enfermería, pero estos encuentran truncada su labor al no existir plazas suficientes para ser contratados. La falta de oportunidades orilla a practicantes a buscar empleo en opciones privadas, donde se promueven los bajos salarios y las jornadas excesivas.
Además, dentro del sector público, con la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador, también se enfrentan a mala calidad y desabasto de insumos y material, según lo denuncian enfermeras entrevistadas por ENH.