El ejercicio militar aéreo más grande de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) arrancó este lunes con la participación de 250 naves de países miembros y bajo la coordinación de Alemania.
Los “Air Defender” (‘Defensor del aire 23’, en español), como se le llama al ejercicio, tuvo su origen en 2018 y tiene como objetivo mostrar la supuesta unidad de los países aliados en la organización Atlántica y al mismo tiempo medir la fuerza de disuasión ante una posible confrontación bélica con potenciales amenazas, en este caso, señalan a Rusia por el conflicto en Ucrania.
En el “Air Defender 23” participan 25 países de la OTAN y aliados -como Japón y Suecia-, 10,000 soldados y aeronaves tipo cazas F-35, bombarderos estratégicos B-1 Lancer y de transporte C-130 Hércules.
Durante 4 horas al día, las 250 naves sobrevuelan los cielos de Alemania, República Checa, Estonia y Letonia. Asimismo, se espera que el ejercicio aéreo se extienda hasta el 23 de junio.
Todos los participantes reciben durante estos días entrenamiento táctico y operacional en un simulacro del Artículo 5 de la OTAN, que estipula una “Defensa Colectiva”; es decir, que un ataque contra uno de sus miembros es un ataque contra todos.
La embajadora de EE.UU. en Alemania, Amy Gutmann, declaró que es un entrenamiento defensivo, pero que el objetivo es enviar un mensaje a Rusia.
“Me sorprendería bastante si algún líder mundial no estuviera tomando nota de lo que esto significa en términos del espíritu de esta alianza […], y eso incluye al señor Putin”, dijo la funcionaria estadounidense según medios internacionales.
El canciller alemán, Olaf Scholz, supervisará los ejercicios el próximo viernes en el campo aéreo de Schleswig-Jagel.