Los productores han vivido en este año, un verdadero viacrucis, al grado de mendigar quien les compre su grano. Craso error que el gobierno comete con un sector estratégico en la vida social del país.
Pergentino Cortés Girón
A estas alturas, los productores de maíz y trigo de Sinaloa y del noroeste del país, debieron haber tenido ya la seguridad en la comercialización de sus productos a precios justos y tener, asimismo, la tranquilidad de que contarán con recursos para satisfacer las necesidades básicas de su familia y para iniciar el próximo ciclo agrícola.
Los productores cifraron sus esperanzas en la intervención del gobernador Rubén Rocha Moya, ante el secretario de Gobernación, Adán Augusto López como representante del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Y de la fecha en que les prometieron una solución a cambio de que dejaran de presionar con la toma de las instalaciones de Pemex en Topolobampo, Culiacán y Guamúchil, las cosas siguen igual o peor que como estaban en ese momento.
Y digo peor porque tienen las trillas en proceso en más de un 50 por ciento, los centros de acopio saturados en algunos casos y en otros, sin que les quieran recibir su producto porque Segalmex no estableció compromisos con ellos, los productores han vivido en este año, un verdadero viacrucis, al grado de mendigar quien les compre su grano.
El gobierno de la república, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, se ha hecho de la vista gorda, finge no darse cuenta del problema, o bien menosprecia la gravedad del mismo, ocupado como está en la sucesión presidencial no se ha dado el tiempo para resolver esta grave crisis que enfrentan los productores de los alimentos que son base de la alimentación del pueblo de México. Craso error que su gobierno comete con un sector estratégico en la vida social del país.
Ya he comentado que este problema no puede ser visto como un tema de mercado, es a estas alturas un tema de seguridad alimentaria, máxime que a nivel internacional crece el temor de una guerra mundial.
Hace meses, López Obrador vino a Sinaloa a exhortar a los productores a sembrar más superficie de maíz y frijol, para lograr la tan mencionada autosuficiencia alimentaria; los productores en aquel entonces se comprometieron y cumplieron, no así el presidente que ahora los ignora y menosprecia. Item más, me consta que la mayoría de los productores votaron por Morena, partido que López Obrador fundó y lo llevó al poder, pensando que cumpliría su promesa de los siete mil pesos por tonelada de maíz.
Bien lo expresa el dicho popular, por sus hechos los conoceréis, y los productores bien harían en no confiarse de los demagogos y populistas, que sólo los utilizan para sus propósitos políticos de grupo o partido.
Ya es hora de despertar del discurso mareador, pero que en los hechos es más de lo mismo y, también más que dejar en manos de terceros la solución de sus problemas, ponerse a luchar de manera independiente y eficaz, pues en esta pausa, el único que ganó fue el gobierno, que los desmovilizó, los dividió y logró engañarlos que la corcholata Adán Augusto les daría la solución.
Deben de retomar la lucha los productores, que saben que no están solos, que el pueblo los respalda y acudirá a su llamado en cuanto se necesite, he escuchado por todos lados la solidaridad con ellos. Aquí como dijo el viejo Carlos Marx, sí ese que fue y es calumniado por los burgueses, «la clase trabajadora no tiene nada que perder más que sus cadenas, tiene en cambio un mundo que ganar.» La lucha, es la única alternativa que les dará el triunfo a los productores.