Un importante foro en Rusia y la gira del reciente presidente Ebrahim Raisi en América Latina nos muestran que los vientos hacia un mundo multipolar avanzan. El primero es relevante porque pone de relieve que tal aislamiento contra Rusia no existe pues al ser un país de importancia regional estratégica ya no puede dejársele al margen de las decisiones políticas y económicas de un nuevo orden mundial. Y el segundo tiene que ver con los acuerdos de cooperación de Irán con aquellos países que Occidente ha estigmatizado por encabezar proyectos populares en el gobierno, como es el caso de Venezuela, Nicaragua y Cuba.
De esta forma, vimos al presidente Ebrahim Raisi, tras regresar de su primera gira por Venezuela, Nicaragua y Cuba, en un diálogo que respeta las identidades culturales de estos países y sus anfitriones, que, al mismo tiempo también ven en Irán una potencia y una voz sensata, que siempre ha tenido una virtud desde el triunfo de su revolución: ser un país independiente, soberano y con gran desarrollo.
Según el mandatario, fueron rubricados cinco contratos en las esferas del conocimiento y el saber, -importantísimo si consideramos que Irán es la cuarta mayor productora de crudo y la segunda proveedora en la Organización de Países Exportadores de Petróleo- por un valor de 5 mil millones de dólares. También se anunció la formación de un grupo de trabajo y el nombramiento de sus miembros en preparación para iniciar sus labores en las respectivas naciones.
Fue muy relevante observar el posicionamiento político de Raisi, quien subrayó al antiimperialismo como el común denominador entre la Revolución Islámica, Venezuela, Nicaragua y Cuba, es decir, los pueblos de estos países, tienen un enemigo común. También notorio si consideramos que Irán desde diciembre de 2007, abandonó el uso del dólar y adoptó el euro para calcular sus ingresos en divisa extranjera por la venta de crudo, tras observar lo que ahora ya es más visible e inevitable, un debilitamiento del dólar cada vez más creciente.
Hace mucho tiempo no veíamos un diálogo de alto nivel, pues el político iraní no solo sostuvo encuentros con altos funcionarios, sino que conversó con grupos de empresarios, activistas científicos y académicos, lo que muestra un nuevo tipo de intercambio diplomático. Este entendimiento que busca ir más allá de los intercambios comerciales, ya muy vigorosas -desde 2006 Venezuela e Irán han firmado cerca de 300 acuerdos de cooperación- son sumamente esperanzadoras para la región, porque es el intercambio de avanzada, el que respeta la cultura y por tanto mantiene al otro en una equidad de trato.
Irán, está muy lejos de aquel 2012, cuando su entonces presidente Mahmud Ahmadineyad, realizaba su quinta visita a Venezuela, recibido por el ex presidente Hugo Chávez. Las tensiones de un posible cierre del Estrecho de Ormuz y cercado por las sanciones internacionales que buscaban frenar su programa nuclear de carácter pacífico, -un rechazo que se remonta casi desde el triunfo de la revolución islámica en 1979-, mantenía a Irán con un cerco político creciente de Washington, sin embargo, con el paso del tiempo, venció esos embates y mantuvo su independencia política, su gobierno soberano y comparte su gran desarrollo con sus aliados. Estos aspectos convierten a Irán en un gran actor geopolítico de la actualidad, con el lamentablemente todavía no existe una relación de auténtica de cooperación con la parte mexicana. Menos en estos momentos en el que la Secretaría de Relaciones Exteriores se sumó a la vorágine electoral del gobierno actual.
En 2023, Irán está determinado a fortalecer su orientación hacia Latinoamérica como parte de su política orientada a diversificar las relaciones exteriores, acompañada de sus esfuerzos por fortalecer los vínculos con los vecinos regionales. Y el idioma no ha sido un obstáculo, pues, recordemos, en 2011, la televisión estatal de Irán lanzó HispanTV, el canal internacional en español dirigido particularmente a América Latina que ha buscado romper el predominio de los medios occidentales -especialmente estadounidenses- en la región. Una decisión que es acertada si consideramos la enorme influencia mediática estadounidense en AL.
Otro tanto ocurrió con el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, en donde analistas, funcionarios y líderes políticos avizoran que las economías de China, el Sudeste Asiático y África seguirán desarrollándose rápidamente, mientras que las de Europa y otras regiones no lo harán.
En ese foro, el ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, enfatizó que, para el G7, que agrupa a Canadá, Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, la transformación económica global es dolorosa, pero no obstante es imposible mantener el statu quo.
El declive gradual del dominio de los países occidentales en los campos económicos globales es imparable, sostuvieron funcionarios financieros rusos durante el 26º Foro Económico Internacional de San Petersburgo.
Hablando en el subforo sobre estrategias para desarrollar la economía rusa, el asesor presidencial ruso, Maxim Oreshkin, dijo que la globalización continuará, pero que las economías emergentes estarán en el centro del proceso.
En su intervención, Elvira Nabiullina, directora del Banco Central de Rusia, dijo que el futuro de las transacciones globales estará en el desarrollo de plataformas de pago regionales, por lo que Rusia necesita avanzar en la integración con otros países en el sector financiero.
Los participantes en el evento también observaron que la economía rusa ha resistido la presión de las sanciones occidentales, lo que refleja su adaptabilidad a los cambios políticos y económicos globales y su gran potencial para el desarrollo futuro.
Este foro económico se inauguró el miércoles 14 de junio con el objetivo de explorar la digitalización y la seguridad de la información, entre otros temas, en un intento por encontrar soluciones a los desafíos que enfrenta la economía mundial.
El presidente ruso, Vladimir Putin, asistió a la reunión plenaria del foro el viernes y sus declaraciones merecen la mayor de las observaciones pues son relevantes por el contexto internacional del diseño de un nuevo orden global, a pesar del rechazo de Estados Unidos.
La 26 edición del Foro Económico Internacional, se celebró en la ciudad rusa de San Petersburgo del 14 al 17 de junio y ya es un foro de alto nivel. El evento en su edición 2023 acogió las delegaciones de más de 20 países del Caribe, de América Central y del Sur, entre ellos Argentina, Brasil, Venezuela, Cuba y México.