El aspirante a la presidencia por Morena y exlíder del partido en el Senado, Ricardo Monreal, abogó por frenar la militarización de México y devolver al Ejército a los cuarteles, una postura que contrasta con el actual Gobierno.
“El presidente (Andrés Manuel López Obrador) es comandante supremo de las Fuerzas Armadas, y ha decidido otorgarle actividades que antes estaban reservadas para civiles. Creo que hay que atenuar el uso de las Fuerzas Armadas”, expuso en un seminario en El Colegio de México (Colmex) en el que explicó sus propuestas de seguridad.
Aunque admitió que él votó a favor de ampliar el plazo de responsabilidad de la seguridad pública de la Guardia Nacional, un cuerpo que nació como civil como sustituta de la Policía Federal pero que ha ido militarizándose, propuso regresar al modelo anterior.
“Es importante formar una policía civil y regresar a los cuarteles a los militares”, remarcó Monreal, quien se encuentra inmerso en el proceso interno de Morena para designar a su candidato presidencial de cara a los comicios de junio de 2024.
Durante el sexenio de López Obrador, tanto el Ejército como la Guardia Nacional han ido ganando relevancia y funciones, como la construcción de obras públicas, la seguridad ciudadana o la administración de puertos, aeropuertos o aduanas.
“Ellos (los militares) no están contentos haciendo labores distintas (a las suyas propias), entonces sí hay forma de atenuar. Creo que nadie quiere la militarización, y nadie está pensando en que sea un proceso permanente”, zanjó.
Monreal presentó el documento “México seguro: Recuperemos el rumbo y la vida en comunidad”, en el que sintetiza las propuestas de seguridad que implementaría, si llega a la presidencia.
Entre ellas destacan la reforma de la administración de justicia, que ha visto lastimada su “legitimidad y credibilidad”; y la homogeneización del código penal, que por el carácter federal del país depende de cada estado, para abordar con garantías delitos como los feminicidios.
“Los mexicanos desconfían de sus tribunales y jueces, sienten que la justicia no está funcionando. Por eso es necesario que los procesos judiciales no sean largos y costosos, sino flexibles y adaptables a las circunstancias. Eso hace pensar en una reforma integral en la justicia”, planteó.
Otro de los puntos principales que impulsó Monreal fue el combate directo a la delincuencia organizada y la inseguridad derivada, que supone “la mayor tragedia de México”.
“El Estado mexicano ha ido perdiendo el control de parte de su territorio y tiene esta asignatura de ofrecer seguridad”, reconoció.
“Hay lugares, territorios concretos, bajo el control del crimen organizado, donde no entra el Estado ni hay presencia institucional”, incidió.
Para ello, dijo, reforzaría la prevención, ampliaría los programas sociales y garantizaría que llegasen a las personas que los necesitan, aseguraría que la actuación de las fuerzas policiales estuviese regida por los derechos humanos, y diseñaría estrategias de seguridad adaptadas a cada región.