El ministro de Defensa de China, Li Shangfu, ha recibido por sorpresa al diplomático y antiguo secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger, quien se encuentra de visita en Pekín, apenas un mes después de que el propio Li rechazara reunirse con su homólogo de Estados Unidos, Lloyd Austin.
Li ha indicado durante la reunión que “la realidad de la interdependencia” entre China y Estados Unidos “fue ignorada”, que “la realidad de la cooperación mutuamente beneficiosa fue distorsionada” y que “la atmósfera de comunicación amistosa fue destruida”, según un comunicado publicado por el Ministerio de Defensa chino a través de su página web.
“Algunas personas en Estados Unidos no se encontraron con China a medio camino, lo que ha provocado que las relaciones sino-estadounidenses caigan a su nivel más bajo desde el establecimiento de relaciones diplomáticas”, ha manifestado, antes de agregar que Pekín “siempre ha estado comprometido con construir unas relaciones bilaterales estables, predecibles y constructivas”.
Así, ha mostrado su deseo de que “Estados Unidos trabaje con China para aplicar el consenso alcanzado por los dos jefes de Estado y promover conjuntamente un desarrollo sano y estable de las relaciones entre los dos países y sus dos ejércitos”, al tiempo que ha incidido en que “el mundo actual está marcado por la agitación y los cambios se están acelerando, por lo que la sociedad hace frente a desafíos sin precedentes”.
“La población de todos los países espera que China y Estados Unidos asuman las responsabilidades de ser grandes países, que jueguen un papel de liderazgo y que mantengan juntos la prosperidad y la estabilidad mundial. El camino de desarrollo pacífico que busca China es una bendición para el mundo, no un desastre”, ha explicado.
Por ello, Li ha aseverado que “Estados Unidos debió haber corregido sus juicios estratégicos” y ha abundado en que “el futuro del mundo será mejor sólo si los países emergentes y los países desarrollados viven en paz y se desarrollan juntos”.
Por otra parte, la nota recoge que Kissinger se ha presentado como “un amigo de China” y ha argumentado que “los desafíos y las oportunidades coexisten en el mundo de hoy”. Así, habría reclamado a Washington y China “eliminar los malentendidos, coexistir de forma pacífica y evitar la confrontación”.
“La historia y la práctica han demostrado continuamente que ni Estados Unidos ni China pueden permitirse tratar al otro como un adversario. Si ambos países van a la guerra, esto no generará resultados significativos para ninguno de los dos pueblos”, ha dicho Kissinger, que ha pedido a ambas partes “sabiduría” y “trabajar juntos”.
Por último, el ex secretario de Estado y Premio Nobel de la Paz ha reseñado que los ejércitos de ambas potencias “deben fortalecer las comunicaciones y hacer lo posible para el desarrollo de las relaciones bilaterales”, lo que derivaría en “resultados positivos para mantener la paz mundial y la estabilidad”, siempre según la nota publicada por el Ministerio de Defensa chino.
No actúa en nombre de Washington
Ante las informaciones sobre el viaje de Kissinger a China, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, ha indicado que Washington «era consciente» del desplazamiento y ha recalcado que “está allí por su propia voluntad y no actuando en nombre del Gobierno de Estados Unidos”.
Miller ha explicado que el viaje de Kissinger fue notificado durante el reciente viaje a China por parte del secretario de Estado, Antony Blinken. “Las autoridades chinas mencionaron que (Kissinger) estaba planeando un viaje, como ha hecho varias veces a lo largo de los años como ciudadano privado”, ha desvelado.
En esta línea, ha recalcado que “no sabe” si habrá conversaciones posteriormente con Miller. “No me sorprendería que informe en algún momento sobre sus conversaciones. Lo ha hecho varias veces a lo largo de las últimas décadas, según creo. No me sorprendería que lo haga en algún momento, pero no me consta que haya conversaciones planeadas”, ha subrayado.
Por otra parte, Miller ha especificado que Kissinger no estaría violando las sanciones impuestas contra Li por parte de Washington al reunirse con él. “De hecho, hemos dicho que creemos que nuestro secretario de Defensa podría reunirse con el ministro de Defensa (chino) sancionado y que sería apropiado que lo hiciera”, ha apostillado Miller durante su rueda de prensa diaria.
El viaje de Kissinger a China coincide con el desplazamiento al gigante asiático por parte del enviado presidencial especial de Estados Unidos para el Clima y ex secretario de Estado del país, John Kerry, y llega cerca de un mes después del viaje del propio Blinken a Pekín para reunirse con las autoridades chinas.
Asimismo, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, se desplazó recientemente a China, en una serie de esfuerzos diplomáticos para estabilizar las relaciones entre ambos países, deterioradas principalmente por las tensiones en torno al estatus de Taiwán y el derribo a principios de año de un presunto globo chino sobre espacio aéreo estadounidense.