En solo un año -de 2021 a 2022- el consumo de fentanilo en México ha registrado 333 casos; es decir, un 83% entre ese periodo.
De 2013 a 2022, el consumo del opioide sintético se concentra principalmente en la zona fronteriza de nuestro país, específicamente en Baja California y Sonora. Además, en entidades con mayor presencia de grupos criminales: Sinaloa, Zacatecas, Durango y CDMX. En su gran mayoría, son gobernados por Morena.
Por otra parte, la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) reportó que en 2020 hubo 1,735 muertes por sobredosis de drogas, pero se desconoce cuántas fueron por fentanilo. Las autoridades de salud mexicanas carecen de mecanismos para tener certeza de síntomas que diferencian los distintos tipos de sobredosis.
En reiteradas ocasiones, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) negó la producción y distribución de la droga en México, sin embargo, Estados Unidos y organizaciones civiles lo han desmentido con pruebas sobre la fabricación por parte del crimen organizado; entre los que destacan el Cártel de Sinaloa, Los Chapitos y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El fentanilo en el país también es utilizado en el área médica, pero AMLO prohibió su uso, sumándose a la lista de analgésicos carentes para procesos quirúrgicos. Resalta el desabasto de analgésicos desde hospitales hasta clínicas que ya no pueden surtir paracetamol, ketorolaco y naproxeno.