Se aproxima la elección de 2024, en donde se elegirá al nuevo Presidente o Presidenta de la República. Y lo que vivimos es un juego o teatro (como guste llamarlo querido lector) en donde el presidente Andrés López Obrador elegirá por dedazo (lo que siempre criticaron los que ahora militan en MORENA) a una de sus cuatro tristes “corcholatas”, como candidato de su partido.
Pero no solo eso, el Presidente pasando por encima de la Constitución, burlándose de la ley y del INE como institución, con el pretexto de que a él no le han notificado el acuerdo de la Comisión de Quejas y Denuncias del 13 de julio, que aprobó medidas contra el presidente de la República a fin de que evite posicionamientos electorales tras sus declaraciones contra Xóchitl Gálvez; de que se abstenga de estos pronunciamientos, además de retirar las conferencias mañaneras del 3, 4, 5 y 7 de julio, utiliza sus mañaneras como tribuna electoral.
“La ley “calla” a todos los funcionarios y considera que un funcionario, aunque hubiese sido elegido (como es el caso de López Obrador), ya no puede hacer política electoral; hoy esa es la ley vigente y tiene obligación de cumplirla.” Esto afirma la doctora María Marván Laborde, exconsejera presidenta del entonces IFE. (El Universal, 18 de julio de 2023). Ante este puntual señalamiento ¿qué hace Obrador?
Como presidente, López Obrador tiene el deber y la obligación de resolver los muchos y graves, gravísimos problemas que tiene nuestro país, y no venderle ilusiones a los mexicanos. México está mal, muy mal. Sólo por poner algunos ejemplos, que nos preocupan. Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), órgano del mismo gobierno, la pobreza sigue creciendo: de diciembre de 2018 a 2022, más 6 millones más de pobres en nuestro país; la inseguridad va en aumento, durante el gobierno de López Obrador, el número de asesinatos suman ya más de 156 mil muertes por violencia, 90 muertos por día, según datos del Secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que también es un órgano del gobierno, es decir, esto no lo estamos inventando, lo dice el mismo gobierno; personas desapariciones, secuestros y masacres; hospitales sin medicinas; el encarecimiento de la vida, y muchos otros problemas más. Y por lo que se ve, tal parece que, al presidente le tienen sin cuidado.
Todo parece indicar que, la preocupación del Presidente, por la manera de manifestarse, sin importarle las violaciones a las leyes, más bien, lo que busca, es seguir conservando el poder, imponer un nuevo Maximato por varios sexenios, de manera legal o ilegal, por las buenas o por las malas.
No es de extrañar, pero sí es peligroso, porque desde el inicio de su mandato ha buscado tomar el control absoluto de todas las instituciones, incluso las de carácter autónomo. Primero. la Cámara de diputados y la de senadores, manipulando a los diputados y senadores de MORENA, y de sus partidos satélites: el Verde , y el misnamed (mal llamado) del “Trabajo”.
Segundo, se viene atentando gravemente contra la autonomía constitucional del Poder Judicial y su órgano mayor, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Tercero. Se propuso destruir a la institución que a los mexicanos de esta generación les costó construirla, al Instituto Nacional de Elecciones (INE). Aunque aquí solo se señalan algunas, esto basta para ver la intención de como se viene construyendo una autocracia.
Esta forma de gobierno es contraria a la historia de lucha que ha caracterizado a nuestro país. Desde la defensa heroica de nuestra cultura y vida prehispánica contra la voraz conquista española; la lucha por la independencia de la explotación y esclavitud de la insensata monarquía española, las victoriosas luchas de Juárez por la Reforma, y, por último, la revolución armada contra el régimen feudal del porfiriato, revolución que dejó atrás el viejo régimen feudal; sin olvidar el gobierno del general Lázaro Cárdenas, que dio un avance importante al desarrollo independiente del pueblo mexicano.
Todo parece indicar que, la preocupación del Presidente, por la manera de manifestarse, sin importarle las violaciones a las leyes, más bien, lo que busca, es seguir conservando el poder, imponer un nuevo Maximato por varios sexenios
Todas estas proezas tienen que estar en la mente y en la acción de los que vivimos esta época, y no permitir que se sigan agravando más y más los gravísimos problemas que ya teníamos en sexenios anteriores, pero que esta administración los está agravando más.
Nosotros no queremos un México así, parafraseando a uno de nuestros dirigentes, diré, necesitamos cambiar urgentemente esta realidad. Nosotros queremos un México justo para todos, sin pobreza, sin inseguridad, sin delincuencia, sin madres que lloran por sus hijos desaparecidos, sin niños con cáncer que sin atención, sin hospitales sin medicina, en fin.
Para eso el pueblo tiene que despertar, levantarse, educarse, organizarse, no dejarse envolver por falsas ilusiones, no volver a votar por quienes prometieron que acabarían con la pobreza y nos engañaron, y luchar, luchar para construir un mundo mejor, un México mejor.