El gobierno mexicano informó el miércoles del primer hallazgo de un cuerpo sin vida atorado en la parte sur de las boyas flotantes instaladas recientemente por disposición del gobernador de Texas, Greg Abbott, en el río Bravo, que separa México de Estados Unidos.
La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana dijo en un comunicado que las autoridades están tratando de recuperar el cuerpo, localizado a las 2:35 de la tarde, y que no saben la causa de la muerte ni la nacionalidad de la persona.
México había advertido sobre los riesgos que representaban las enormes boyas anaranjadas que se extienden unos 305 metros en el río Bravo, que en inglés recibe el nombre de Río Grande.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador envió dos notas diplomáticas a Estados Unidos para rechazar la instalación de boyas y un alambrado de púas, así como el movimiento de tierra en un islote del cauce del río en la zona que separa la ciudad mexicana de Piedras Negras de la estadounidense Eagle Pass.
“Externamos nuestra preocupación sobre el impacto a los derechos humanos y seguridad de los migrantes que tendrán estas políticas estatales”, señala el escrito de la Cancillería mexicana.
La barrera que se instaló en julio está diseñada para dificultar que los migrantes trepen o naden por debajo de las boyas.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una demanda para que Abbott retire la barrera flotante. El gobierno de Joe Biden afirma que la barrera plantea problemas humanitarios y medioambientales.
Las boyas son la última escalada de la operación de seguridad fronteriza de Texas, que también incluye una barrera de alambres y la detención de inmigrantes acusados de allanamiento de morada.
López Obrador consideró las medidas de Abbott como unas acciones de publicidad electoral. “Todo eso que está haciendo el gobernador de Texas… es politiquería, publicidad, una actitud demagógica… Es la búsqueda de votos, un populismo ramplón”, sostuvo el mandatario.
