Los nuevos libros de texto gratuito que comenzó a repartir la Secretaría de Educación Pública (SEP) desde la semana pasada a todas las escuelas de educación básica están plagados de errores y reducen contenido para desarrollar habilidades, principalmente matemáticas, alertan especialistas.
Entrevistada por ENH, la doctora Alma Maldonado, del Departamento de Investigaciones Educativas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en relación con el contenido de los nuevos libros para el ciclo escolar 2023-2024, dijo: “si de por sí estábamos muy mal en matemáticas, ahora con esto se ve todavía más complicado que podamos mejorar en una disciplina que siempre ha sido muy compleja para los mexicanos”.
Aseguró que en la configuración de estos libros, tanto los promotores como los autores –que intentaban darle un nuevo enfoque a su contenido– no encontraron “la manera de vincular los contenidos más abstractos o conceptuales de las matemáticas”, ni tampoco elaborar los ejercicios que se requieren para la enseñanza de esta materia.
Las autoridades educativas, dijo la especialista, quieren hacer todo al vapor y les agarró la prisa en su propósito por crear y aplicar en solo un año un nuevo modelo educativo (la “Nueva Escuela Mexicana”) pese a que la misma SEP había dicho que el proceso, para ser exitoso, debía ser paulatino e iniciarse en los primeros grados de cada nivel. Por ello, la especialista prevé un futuro problemático para la niñez mexicana porque, enfatizó, “venimos de la pandemia y no hay un análisis claro de los costos, rezagos y problemas que ésta generó en el aprendizaje, y aun así lanzan un nuevo modelo educativo con nuevos materiales que están mal hechos porque contienen muchos errores”.
Una de las consecuencias negativas de este conflicto se halla en el hecho de que algunos maestros de educación básica con experiencia –como de hecho está ocurriendo en muchas escuelas, que han anunciado que van a utilizar libros anteriores– decidan dejar de lado los nuevos textos porque han advertido muchos errores en su contenido.
Por ello, la pedagoga confió en que los docentes buscarán la forma de corregir, aunque será a ellos a quienes les quede “toda la responsabilidad de los errores y los problemas que trae este nuevo modelo… pero la sociedad –enfatizó– sí debería ser más exigente en qué es lo que va a pasar con estos libros, con estos contenidos y cómo se va a solucionar esta situación”.
Atribuyó la decisión del Gobierno federal de reservar por cinco años la información de cómo se definió el contenido de los libros de texto, a las prácticas “de opacidad a las que ya nos ha acostumbrado este gobierno. No es posible que no nos muestren la información de lo que se hizo en las asambleas, de cómo se tomaron las decisiones, de cómo y con qué elementos no tomaron en cuenta unas cosas y otras sí”.
La investigadora informó que le ha llegado información de que hay muchos “maestros muy molestos” porque se sienten utilizados; porque los invitaron a participar en las supuestas asambleas y en las conclusiones de éstas no fue incorporado ningún comentario atribuido a maestros. “Pero eso no lo vamos a saber porque la información está reservada”, señaló.
Esto es preocupante, porque “estamos a tres semanas de iniciar clases y hay mucha incertidumbre; y la única vía legal para que la SEP detenga la distribución de los libros de texto gratuitos son los amparos interpuestos por académicos y grupos de la sociedad civil”, pero éstos han sido desacatados por el Gobierno Federal en voz de su titular, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Hasta el pasado 2 de agosto, una iniciativa en change.org para detener la distribución de los libros de texto gratuito había recibido 69 mil 154 firmas en apoyo.