El Gobierno de México garantizó este martes la distribución de los libros de texto gratuitos de educación básica para el ciclo escolar 2023-24, pese a negativa de cuatro entidades mexicanas por un impedimento legal.
“Desde la Secretaría de Educación Pública (SEP) tenemos una permanente y constante comunicación, muy respetuosa con todas y cada una de las autoridades educativas de los estados (…) y todos coincidimos en que el próximo 28 de agosto empezarán las clases con libros de texto”, aseguró en conferencia de prensa Leticia Ramírez, la responsable de la política educativa de México.
Esta aseveración se da luego de que la Unión Nacional de Padres de Familia obtuviera el amparo de un juez mexicano para detener la circulación de los materiales obligatorios de la SEP, a fin de revisar su contenido y someter su rediseño a consultas previas.
Lo anterior también propició que diversas autoridades gubernamentales, como las de Jalisco, Guanajuato, Coahuila y Chihuahua decidieran no realizar la distribución de los libros de texto hasta que no se resolviera el conflicto legal.
Todo, en medio de una polémica por el contenido de los materiales educativos que serían entregados en las aulas mexicanas, por errores, así como por la educación temprana sobre diversidad sexual, reproductiva, sobre familias diversas, entre otros, como supuestas referencias en contra del “neoliberalismo” y en pro del “comunismo”.
La titular de la SEP del Gobierno mexicano defendió, en una primera revisión pública de los materiales, que se mantiene la coordinación las dependencias estatales, por lo que el próximo ciclo escolar comenzará el próximo 18 de agosto sin retrasos y con nuevos libros de texto gratuitos.
Por su parte, el director general de Materiales Educativos de la SEP, Marx Arriaga, aseveró que los “errores” son “áreas de oportunidad” y señaló que, si bien existen 20 equivocaciones en los libros de texto, estas solo equivalen al “0,09 %” del total de los contenidos en las páginas de los libros.
“Las áreas de oportunidad que tenemos no suman más de 20 y estoy siendo muy generoso”, sostuvo, mientras defendió que este tipo de errores se han presentado con anterioridad.
Arriaga también rechazó que se redujeran los contenidos en áreas como las matemáticas, pues mencionó que incluso son más las hojas que se dedican a la formación de los niños mexicanos en estas áreas.
Sin embargo, mencionó que los ejercicios son aplicados en problemas integrados en otras materias y experimentos que tiene que ver con la vida cotidiana, cómo calcular cuántas calorías o almidones tiene la leche, entre otros ejemplos.
De acuerdo con Ramírez se han impreso 100 millones de libros que son distribuidos a almacenes regionales, para después ser entregados en las más de 95.000 escuelas primarias que hay en el país para atender a una demanda superior a los 24 millones de niños mexicanos, según datos oficiales del instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la SEP, respectivamente.