Expertos en educación señalaron que los nuevos Libros de Texto Gratuitos (LTG) contienen elementos que no son adecuados para la edad de los alumnos a los que van dirigidos, tienen errores estructurales en la metodología y en la conceptualización de la implementación de los materiales. es decir, “son errores que no se puede corregir con una fe de erratas”, advirtieron.
Durante el foro titulado “Libros de texto gratuitos para una educación con futuro”, organizado por los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI) en ese órgano, agregaron que los procesos educativos que plantean no corresponden en ningún sentido ni a los intereses ni a las capacidades de los niños.
“En el próximo ciclo escolar, la responsabilidad va a recaer en los maestros, y tendrán que encontrar soluciones para subsanar las carencias y huecos de los programas y los libros de texto gratuitos”, destacaron ante el eminente ciclo escolar que arranca el próximo 28 de agosto.
David Block Sevilla, investigador del Departamento de Investigaciones Educativas del Cinvestav del Instituto Politécnico Nacional (IPN), comentó que los programas presentados en los libros son anacrónicos y dejan de lado 50 años de avances didácticos.
“En los contenidos, la geometría prácticamente desapareció, y hay otros aspectos con presencia escasa, por lo que puedo afirmar que las matemáticas es la materia más maltratada de las áreas en este proceso, en que existe un fuerte desequilibrio”, dijo también el especialista en matemáticas.
Señaló que los vínculos que contiene los libros pocas veces son pertinentes, y en la mayoría muy forzados; y omiten los procesos didácticos, “no está el proceso para entender el cambio matemático, para abordar la problemática”.
Por su parte, Alma Maldonado, investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas del Cinvestav, expresó que los Libros de Texto Gratuitos contienen “muchos elementos que no son pertinentes para la edad y para lo que se quiere enseñar”.
“Nadie quiere que las propuestas de los materiales didácticos sean un fracaso rotundo, porque sería pedir el fracaso de la educación pública”, sostuvo.
Sin embargo, consideró que la Nueva Escuela Mexicana espera una amplia participación de los padres y la comunidad, pero no toma en cuenta a los maestros, “un nuevo modelo sin capacitación docente es una cuestión que puede anticipar muchos problemas, porque un nuevo modelo es muy distinto a lo que llevábamos anteriormente”, aseguró.
Maldonado expuso que el desbalance curricular en la formación científica abre más la brecha de desigualdad educativa.
“Tampoco está de más señalar que si se hubiera hecho el programa piloto que estaba planteado, muchos de los errores que hoy se señalan habrían sido detectados por los maestros, con un poco de voluntad política se hubieran corregido”.
En tanto, Irma Villalpando Hernández, profesora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que en los libros para primero y segundos grados de primaria, se plantea que los alumnos organicen asambleas, discutan y diseñen borradores, que son procesos que “no corresponden en ningún sentido, ni a los intereses ni a las capacidades de los niños”.
“Esta falla constante y reiterada a esta primera regla básica, también se observa en las peticiones que les hacen en proyectos a nivel motriz; la mayor cantidad de proyectos para las destrezas motrices manuales que tienen los niños quedan también muy altas”, apuntó la profesora universitaria.
Dijo que estos nuevos libros no son para los niños, o muchos de ellos ya no lo serán, y si parten de premisas muy riesgosas, es que todas las familias estarán participando en las actividades que se proponen.
El doctor Eduardo Backhoff Escudero, representante de Métrica Educativa, denunció que el modelo de la Nueva Escuela Mexicana “desprecia el conocimiento científico”.
Además, coincide con David Block Sevilla en el sentido de que hay una ausencia de secuencia didáctica en los materiales, donde advierte que “las materias no pueden desaparecer, son necesarias para el conocimiento, su profundidad”.
“No solo porque lo equipara con los saberes de las comunidades indígenas, incluyendo prácticas ancestrales indígenas y rurales, tales como la herbolaria, la hechicería y las supersticiones, sino también porque lo considera el servicio del capitalismo y de las clases opresoras”, abundó.
Además, dijo, no toma en cuenta los avances recientes relacionados con las neurociencias, la psicología del aprendizaje, la pedagogía moderna y los avances de la didáctica especial: “Simplemente los borra, no los toma en cuenta, los ignora”.
Por último, denunció que, con los nuevos libros de texto, este gobierno federal está “experimentando” con 25 millones de estudiantes de educación básica.
“Experimentan con un modelo educativo que no ha probado su efectividad, y que se aplicará en ausencia de una capacitación docente apropiada y después de haber padecido un retraso monumental en los aprendizajes ocasionados por el cierre de las escuelas. El daño educativo será de grandes proporciones y tomará muchos años el resarcirlo”, concluyó.