El estado de Michoacán que cuenta con una población de más de 4 millones, ha registrado un Producto Interno Bruto (PIB) de aproximadamente 596 mil 442 millones de pesos, sin embargo, el 44 por ciento de su población, es decir, más de 2 millones de michoacanos sufren los graves estragos de la pobreza.
Sin embargo, a pesar de estos índices de pobreza, existen regiones en las que los estragos son todavía más graves y penetrantes, una de ellas, son las comunidades indígenas como la de la Meseta Purépecha, misma que se encuentra conformada por Charapan, Cherán, Chilchota, Nahuatzen, Nuevo Parangaricutiro, Tancítaro, Taretan, Tingambato, entre otros.
Si uno se aleja de las zonas turísticas de estas comunidades y se adentra a las colonias y pueblos más humildes, logrará darse cuenta de que la mayoría de ellas aún carecen de servicios básicos acceso al agua potable, drenaje, electricidad, una vivienda digna y que además dificilmente podrá encontrar acceso a una atención médica y a una educación de calidad.
En esta región, la mayoría de su población se dedica y se gana la vida a actividades propias del campo como la siembra, recolección de resina y la fabricación de muebles, empleos que desafortunadamente, no logran dejarle a las familias un ingreso capaz de solventar los gastos mínimos de toda una familia.
Elizabeth González Ortega, líder antorchista de esta zona mencionó que la mayoría de la población se ha visto obligada a abandonar su preparación académica por la falta precisamente de recursos para continuar, por lo que deben buscar empleo para apoyar a la economía familia, situación que destacó, se agravó a raíz de la pandemia.
“La mayoría de los pequeños negocios que existen en la región son familiares y se pasan de generación en generación. La situación de pobreza y marginación en la que este y sexenios anteriores los han orillado”, destacó.
González Ortega dijo que el desempleo ha acarreado como consecuencia la fractura de cientos de familia, pues indicó, la falta del empleo y los salarios bajos han obligado a que los habitantes de la región abandonen su tierra y emigren a los Estados Unidos persiguiendo el “sueño americano”, lo que ha generado ya, que en ese país se encuentren otros 4 millones de michoacanos, lo que dijo, significa que la mitad de los michoacanos se encuentran allá.
“La única alternativa que le queda al pueblo, es su organización, pues a pesar de los discursos en los que se les hizo creer que una sola persona sería el “mesías” y lograría cambiar su situación, la realidad es mucho más diferente, pues ahora no solo hay más pobres, sino que los pobres que ya existían son todavía más pobres”, enfatizó.
Ante ello, agregó que durante casi 50 años, el Movimiento Antorchista Nacional ha trabajado y luchando por mejorar las condiciones de vida de millones de mexicanos, lo que agregó, en los tiempos que corren, se vuelve cada vez más urgente.