El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que ya tiene la lista de los órganos autónomos que buscará desaparecer; de momento parece que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) no está en la mira del ejecutivo, pero no es el caso para la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai).
López Obrador también aseguró que con el ahorro generado al desaparecer estos organismos podrá lograr que los trabajadores se retiren con el 100 por ciento de su sueldo; dentro del paquete de iniciativas de reforma, plantea que se descarte la reforma de pensiones de 2020, que incluía una mayor aportación de las instituciones financieras privadas y patrones. Propone que se rompa el sistema tripartito y el Gobierno aporte un mayor porcentaje
¿Para qué sirven los organismos autónomos?
Dentro de estos giros políticos casi nunca se menciona la importante función de los organismos autónomos; fueron creados para promover el correcto funcionamiento de los mercados promoviendo mejores espacios de competencia económica, desarrollo y acceso a la información.
La población se beneficia de ellos principalmente por evitar prácticas monopólicas, así los consumidores tienen más y mejores opciones de adquisición de productos y servicios, que se ajustan a sus necesidades y posibilidades financieras; prueba de ello es la Cofece, que generó beneficios de 3,940 millones en 2019 por intervención en transporte aéreo, 2,332 millones en 2020 al abordar prácticas inflacionarias en laboratorios y bancos de sangre, y 2,552 millones en 2021 al intervenir en productos de higiene y medicamentos. El reporte de 2022 reveló un beneficio total de 3,028 millones, resaltando advertencias sobre sobreprecios en la distribución y comercialización de gas doméstico por 2,411 millones.
En cuanto al Inai, garantiza que cualquier autoridad federal, órganos autónomos, partidos políticos, fideicomisos, fondos públicos y sindicatos; o cualquier persona física, moral que reciba y ejerza recursos públicos o realice actos de autoridad te entregue la información pública si se le es solicitada, además, garantiza el uso adecuado de los datos personales, así como el ejercicio y tutela de los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición que toda persona tiene con respecto a su información.
Gracias al Inai se han podido revelar diversas irregularidades gubernamentales, algunas de ellas durante el sexenio de López Obrador; por lo que no es de sorprender que busque la eliminación de estas instituciones.
Desaparecer a los organismos autónomos no es una solución para el déficit financiero de nuestro país, las pensiones son un gasto corriente y sostenido; el recurso utilizado por estas instituciones es demasiado bajo comparado con el costo de los proyectos faraónicos de esta administración; que aún no generan ingresos y tardarán décadas en recuperar lo invertido; como el tren maya, que tardará por lo menos 200 años de servicio pleno ininterrumpido para recuperar la inversión, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), al finalizar el proyecto se habrán gastado 373.699 millones de pesos; 2.4 veces más de lo estimado inicialmente.
Por otra parte; en cuanto a lo político, estos organismos funcionan como contrapeso para el poder ejecutivo, no deben de ser eliminados, pues contribuyen al ejercicio de acceso a información y rendición de cuentas gubernamentales.
Los órganos autónomos promueven la división de poderes y blindan a las instituciones de servir a intereses privados.
Han dado resultados; son clave e inciden en las políticas públicas para fomentar mejores decisiones ciudadanas y empresariales en beneficio de nuestro país. Simplemente son un pilar democrático.