En los tiempos que corren, en nuestro país, con la 4T, la libertad de expresión está condenada a expirar. El pasado viernes 19 de enero la periodista Azucena Uresti anunció su salida de Milenio Televisión, en donde condujo un programa por dos décadas “Azucena a las 10”.
Milenio, a través de un comunicado argumentó que lo que la motivó a abandonar el programa estelar fue que iniciaba un proyecto radiofónico en Radio Fórmula, sin embargo, la conductora ya de por sí venía conjugando su trabajo radiofónico con el televisivo desde hace 5 años. Esta puede ser la explicación formal. Pero, ¿cuál será la causa de fondo?
Desde el pasado 8 de enero, López Obrador criticó en su mañanera que la periodista diera cobertura a un ataque con drones ocurrido en el municipio Heliodoro Castillo del estado de Guerrero, que había dejado 30 muertos y fue denunciado por el párroco Filiberto Velázquez.
En esa ocasión el mandatario haciendo uso excesivo de su mando, se refirió a Uresti de forma despectiva, la llamó “Susana Uréstegui”, como muestra del gran desprecio, y poco respeto, que le tiene a ella y a su trabajo. La periodista, a través de su cuenta X escribió: “El presidente se empeña en hacer como que no conoce mi nombre, en fingir que no sabe cómo me llamo, y de esa manera también discriminar, porque el presidente es un misógino, porque el presidente es un agresor constante de las mujeres y de las mujeres periodistas, ha sido un agresor constante de mi persona… A mí ni me asusta que el presidente me nombre en sus mañaneras porque, yo, si me equivoco, sí puedo aceptarlo, no como sucede en Palacio Nacional”.
Ese día Milenio le dio a la elegir a la periodista porque “había ofendido al presidente”, “o dejaba Radio Fórmula, donde no podía ser controlada y con frecuencia emitía comentarios que lo hacían rabiar, o se acababa el noticiario de las 10 de la noche en esta empresa”. El 22 de enero a través de su espacio en Radio Fórmula la periodista señaló: “agradezco a todos por su apoyo, en estos momentos en que el periodismo está bajo acoso, amenazas y ataques constantes… no cambié de empresa, pues en Grupo Fórmula llevo 5 años… ninguno de los proyectos por venir interfería en absoluto en mi desempeño en televisión”.
El presidente ha dicho en su mañanera del inicio de esta semana, que en su gobierno “garantiza la libertad (de expresión) a todos” Pero, precisamente en una de sus mañaneras de 2019 dijo: “Si ustedes se pasan, ya saben lo que sucede”. “Hasta agosto de 2023, 58 periodistas han sido asesinados en el sexenio de AMLO”, sitio de noticias Nmas, 27 de diciembre de 2022.
La libertad de expresión se “ejerce” bajo asedio, y esto no sólo ocurre para los periodistas sino para todo aquel que se atreve a criticar al presidente, corre el riesgo de ser silenciado. ¿No es esto, una forma de manifestar que al presidente no le gustan las voces críticas, él quiere aduladores, seguidores a ciegas, que no rechisten ante la incongruencia y corrupción que prevalece en la 4T?. Tal como se escribió en la nota siguiente: “México, país más corrupto de la OCDE y de los peores del G20. Ocupa el lugar 126 de 180 países evaluados: Índice de Percepción de la Corrupción 2022”, Forbes, 31 de enero de 2023.
Más ejemplos de lo anterior: “Gonzalo Alfonso López Beltrán, hijo de AMLO, ha sido señalado de ser el articulador de una red de negocios y tráfico de influencias que controla miles de millones de pesos en la construcción del Tren Maya”, Expansión Política, 18 de enero de 2024.
El martes 20 de diciembre 177 integrantes del gremio periodístico firmaron una carta pública para instar al presidente Andrés Manuel López Obrador, detener lo que llamaron un “hostigamiento que ejerce contra periodistas críticos… todas las emanaciones de odio hacia los periodistas se incuban, nacen y se esparcen en Palacio Nacional”, aseguraron que “la difamación es una convocatoria a la violencia física contra los periodistas estigmatizados por el presidente”. Además de recordar: “la impunidad es alarmante en el país”, esto se dio después del ataque armado que sufrió el periodista Ciro Gómez Leyva.
Desde su llegada a Palacio Nacional, López Obrador, se ha dedicado la mayor parte de su tiempo, a través de sus mañaneras, como su mejor instrumento, a atacar y calumniar a todos los que considera sus adversarios, además de las múltiples mentiras dirigidas a todos los mexicanos, y aquí van incluidos los pobres, a quienes prometió en campaña, que los iba a defender y por los que iba a gobernar, lo que ha convertido a éste en un gobierno que se caracteriza por una escandalosa demagogia.
Para los mexicanos, no es éste el gobierno que queremos y merecemos, que no resuelve los problemas tan graves que estamos viviendo en el país y que pretende tener el control absoluto, callando a quien se atreve a cuestionar su fallida gestión.