Aunque la reforma de seguridad fronteriza fracasó en Estados Unidos, autoridades y activistas de la frontera norte de México advirtieron de una próxima saturación migratoria por las amenazas de los cierres fronterizos y las mayores restricciones prometidas por republicanos y demócratas.
Ciudad Juárez, fronterizo con Estados Unidos, vive actualmente uno de los periodos con menor presencia de migrantes, dijo a EFE, Santiago González, director de derechos humanos del municipio.
Aunque aceptó que se “mantienen a la expectativa” y dijo que los enfrentamientos políticos que se han dado entre el presidente de Estados Unidos Joe Biden con la fracción republicana “obviamente generará cambios en las tendencias de migración”.
“Estamos en una sospechosa calma, a la expectativa de los cambios que se vayan a dar, sabemos que los cambios de política migratoria del Gobierno de Estados Unidos pueden generar flujos altos o también la disminución, estamos a la expectativa de las decisiones que está tomando el Gobierno de Estados Unidos para una preparación previa a lo que vaya a suceder”, expuso el funcionario municipal.
Indicó que en este año hay una especial atención tanto los cambios políticos que puedan darse en ambos países debido a las elecciones de México, en junio, y Estados Unidos, en noviembre, como los movimientos de política migratoria podrían generar un nuevo aumento en la población migrante que llega a la ciudad.
“Los flujos migratorios son muy impredecibles, estamos en un año en el que va a haber varios cambios y definiciones en materia de política migratoria lo cual podría generar algún flujo extraordinario, pero al municipio lo que le corresponde es estar atento a esos cambios”, indicó el encargado de los albergues municipales.
Dijo que la llegada de migrantes a través del tren se redujo ampliamente y que ahora los migrantes llegan más por avión y a través de plataformas de transporte.
“Estamos en unos de los números más bajos en los últimos meses, ocupaciones inferiores al 10% en algunos de los espacios, sin embargo, estamos atentos a posibles llegadas de personas, tal vez la coordinación que han tenido las autoridades federales ha empezado a reflejarse en la baja de personas”, agregó.
El funcionario indicó que los albergues que tienen entre el municipio y el Gobierno federal ya alcanzaron los 1,400 lugares, y a eso se suma los que tienen organizaciones humanistas, sobre todo religiosas.
“Al Gobierno municipal le corresponde buscar un orden dentro de la ciudad, que haya una convivencia sana entre migrantes y ciudadanos, que no haya campamentos o cualquier otro tipo de asentamiento, que saque de orden las dinámicas locales”, indicó.