- Estudiosos y escritores abordaron y revaloraron la vida y obra de la escritora fundamental en las letras mexicanas
En la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, la noche de este martes se celebró la vida y obra de Elena Garro (1916-1998), con una mesa organizada por la Secretaría de Cultura, a través del INBA y la Coordinación Nacional de Literatura, con la que se dieron por inauguradas una serie de actividades dedicadas a la escritora, dramaturga y periodista, quien introdujo nuevas formas de concebir el tiempo en el relato, renovó la manera de escribir teatro e introdujo en la literatura la cosmovisión de los pueblos de provincia.
“Un hogar sólido para Elena Garro” es el título del ciclo con el que se conmemora a la destacada creadora a 20 años de su muerte, y que en esta ocasión, ofreció un diálogo en el que los especialistas Marcela Magdaleno, Liliana Pedroza, Olga Martha Peña Doria y Guillermo Schmidhuber, con el Coordinador Nacional de Literatura del INBA, Geney Beltrán, como moderador, profundizaron en distintos aspectos de la vida y obra de la mexicana.
El evento, que contó con la presencia de Raquel Steinmann de Garro y Elsa Garro, en representación de la familia de la literata, dio inicio con la intervención de la escritora e investigadora, Liliana Pedroza, quien recordó la estela luminosa que dejó con su legado la homenajeada, quien encuentra la identidad del mexicano en el sincretismo, atraída por la visión del tiempo sagrado de los aztecas, quienes concebían un tiempo circular y decían que para saber el futuro había que ver el pasado.
Durante la segunda parte de la mesa, la Doctora en Humanidades y Artes por la Universidad Autónoma de Zacatecas, Olga Martha Peña Doria, y eldramaturgo, narrador y crítico literario, Guillermo Schmidhuber, compartieron con el público a dos voces un texto de su autoría, en el que hicieron un paralelismo entre la evocada artista y Sor Juana Inés de la Cruz.
Por su parte Peña Doria, describió a los personajes de Garro como “entes mágicos, pero nunca un ser humano común y corriente. Para ella ser dramaturga, en una palabra es intentar enmascarar el tiempo para crear y recrear el instante y a su vez detener el tiempo hasta paralizarlo, porque el futuro no existe y el pasado desaparece poco a poco”, citó la intelectual, quien forma parte del Sistema Nacional de Investigadores.
Para finalizar la velada, la pareja se refirió a la trascendencia de la obra tanto de Garro, como de quien fuera su pareja por muchos años, asegurando que ambos tendrán un lugar en el parnaso literario mexicano. “Paz será el gran poeta en un siglo de grandes poetas y Garro será la única mujer dramaturga, narradora y poeta, que merece ser tan apreciada como lo ha sido Juana Inés de la Cruz”.