Miguel Ángel Casique Olivos
Roberto Blanco Moheno fue un novelista, historiador, periodista mexicano y un apasionado y feroz defensor del Movimiento Revolucionario de la Reforma Agraria, nacido en Veracruz; en uno de sus escritos del que transcribo un párrafo, dice: “Hay que estudiar. No para sacar el primer premio o para ser ‘niño catedrático’; no para llegar a manera de asaltante a usufructuar un título, no. Sino, más bien, y porque vivimos en un país donde el pobre es demasiado pobre y el rico demasiado rico, para agradecer a la suerte, o a Dios, como quiera que se crea, la impagable oportunidad de aprender algo. Hay que estudiar. Si el día de mañana tenemos en México un ejército de profesionales que hayan acudido a las aulas pensando en el país y en su pueblo más que en la chequera, habremos ganado nuestra mejor batalla. Hay que estudiar”.
El título de ese texto es “Recado a la juventud”, y lo traigo a cuento porque el gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se ha visto en una encrucijada pues sus programas de becas, entre ellas la Benito Juárez, que sustituye a Prospera, están fracasando porque un número importante de estudiantes no la han recibido y algunos ni siquiera han sido censados.
Según el gobierno, la beca para el Bienestar Benito Juárez (BBJ) apoyaría alrededor de cuatro millones de jóvenes de educación media superior, con mil 600 pesos bimestrales por beneficiario; los objetivos son combatir la deserción escolar en ese nivel educativo y promover la participación de los beneficiarios en actividades para el mejoramiento de su comunidad; los requisitos: estén inscritos al ciclo escolar y no reciban otro tipo de beca o estímulo del gobierno.
El 16 de mayo, se realizó una de las primeras protestas, donde jóvenes estudiantes e instructores del programa Jóvenes Construyendo el Futuro acudieron a la Secretaría del Trabajo para protestar porque no les han pagado; y aunque algunos funcionarios de menor nivel los recibieron, no llegaron a ningún acuerdo; tras ser entrevistados en grupos de cinco en cinco, volvieron a realizar un mitin de protesta.
A los jóvenes beneficiarios de este programa se les da una beca de tres mil pesos mensuales, y aunque actualmente son 500 mil los beneficiarios, la meta que se marcó el gobierno de AMLO es llegar a dos millones en todo el país. Pero esta protesta estudiantil contradice la política asistencialista de AMLO, pues en varias cartulinas se podía leer: “Dejen de verle la cara a la juventud, entreguen los apoyos”.
Siete días después, ahora en la Secretaría de Gobernación Federal, donde despacha Olga Sánchez Cordero, unos 13 mil estudiantes realizaron la segunda protesta para denunciar ante la dependencia que el programa de BBJ también está fracasando; exigieron al Presidente que cumpla y pague las becas prometidas ya que, reiteraron, hay entre 30 y 50 mil jóvenes de diferentes entidades del país a los que no les ha llegado este apoyo a pesar de que están inscritos en el programa; además, los jóvenes exigieron que se mejore la infraestructura educativa en las escuelas del país. Una de las promesas que hizo AMLO a la juventud mexicana es que les ayudaría con becas; pero para una parte de los jóvenes quedó en discurso.
Los jóvenes denunciaron que ya han entregado una muestra de 30 mil estudiantes que fueron censados, pero siguen sin beca; además, enfatizaron que desde enero fueron suspendidos los apoyos que llegaban a través de Prospera, lo que para ellos y sus familias dificulta aún más la situación, pues no les alcanza para costear sus gastos de estudio.
Los jóvenes acusan a la Secretaría de Gobernación y a los funcionarios federales de sordera y soberbia política ante los problemas que enfrentan, y al gobierno de AMLO de faltar a su palabra, pues prometió algo que sabía que no iba a cumplir una vez en el poder.
En una de sus tantas consultas improvisadas en un evento realizado en Ocosingo, Chiapas, AMLO preguntó a los asistentes si ya habían recibido las becas del programa; sin levantar la mano y al unísono, el público respondió que no. Al mandatario no le quedó más que reprobar a los funcionarios con: “tache, los que manejan el programa, porque ya está el apoyo, nada más que tiene que llegar a todos los estudiantes”.
En la protesta del 23 de mayo que encabezaron líderes estudiantiles de la FNERRR, se hizo un llamado a los estudiantes de todo el país y a los padres de familia a formar comités de lucha en las escuelas y sumarse a la exigencia nacional por la entrega de becas; que el presidente López Obrador cumpla.
Hoy, el llamado es a luchar incansablemente por esas becas; si los jóvenes de México y del mundo estudian y luchan se habrá ganado la mejor batalla, como dijo Moheno; y ése es el mejor mensaje para la juventud: estudiar, luchar por la entrega de millones de becas; y más tarde, por tener un país más justo y equitativo para todos. Por el momento, querido lector, es todo.