- En un concierto íntimo, el artista concluyó con jornadas que buscan difundir este género musical entre el público mexicano
El flautista mexicano Horacio Franco transportó a los asistentes de la última jornada de música antigua del cicloLunario barroco a la época en la que los castillos de la realeza europea se llenaban de baile y jolgorio.
La presentación musical, realizada la víspera, tuvo lugar en el Lunario del Auditorio Nacional el cual tuvo un aforo de aproximadamente mil personas. Al evento asistieron jóvenes y adultos interesados en la música barroca, caracterizada por establecer fuertes contrastes sonoros entre coros, familias instrumentales o entre solista y orquesta.
En completo silencio, público se deleitó con las melodías que, con destreza, Franco tocó en la flauta; el repertorio abarcó piezas de Johann Sebastian Bach, como la Partita No. 2, y de composiciones de Georg Philip Telemann y Wolfgang Amadeus Mozart: Fantasía No. 2 y Sinfonía No. 40, respectivamente.
Originalmente, la mayoría de estas obras fueron escritas para otros instrumentos, pero Franco —quien tiene más de 40 años de trayectoria como músico e investigador de música antigua— las adaptó para que pudiesen tocarse en la flauta.
En conversación con su público, Franco dijo que Bach siempre ha sido una inspiración. «Su complejidad y profundidad es de la admiración de muchos; escuchas sus composiciones y te preguntas cómo le hizo para crear piezas de esa calidad», señaló.
En un concierto íntimo, el artista concluyó con jornadas que buscan difundir este género musical entre el público mexicano
El flautista mexicano Horacio Franco transportó a los asistentes de la última jornada de música antigua del cicloLunario barroco a la época en la que los castillos de la realeza europea se llenaban de baile y jolgorio.
La presentación musical, realizada la víspera, tuvo lugar en el Lunario del Auditorio Nacional el cual tuvo un aforo de aproximadamente mil personas. Al evento asistieron jóvenes y adultos interesados en la música barroca, caracterizada por establecer fuertes contrastes sonoros entre coros, familias instrumentales o entre solista y orquesta.
En completo silencio, público se deleitó con las melodías que, con destreza, Franco tocó en la flauta; el repertorio abarcó piezas de Johann Sebastian Bach, como la Partita No. 2, y de composiciones de Georg Philip Telemann y Wolfgang Amadeus Mozart: Fantasía No. 2 y Sinfonía No. 40, respectivamente.
Originalmente, la mayoría de estas obras fueron escritas para otros instrumentos, pero Franco —quien tiene más de 40 años de trayectoria como músico e investigador de música antigua— las adaptó para que pudiesen tocarse en la flauta.
En conversación con su público, Franco dijo que Bach siempre ha sido una inspiración. «Su complejidad y profundidad es de la admiración de muchos; escuchas sus composiciones y te preguntas cómo le hizo para crear piezas de esa calidad», señaló.