En la actualidad la Musicoterapia es una profesión con fundamento científico, médico y clínico que tiene presencia educativa en formaciones de licenciatura, maestría ydoctorado en países como Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, España, Noruega y Sudáfrica; y que en México el CIEM (Centro de Investigación y Estudios de la Música) está impulsando a través de su diplomado de especialización en Musicoterapia Aplicada, que en esta ocasión se llevará a cabo del 26 de octubre del 2019 al 4 de abril del 2020 en sus instalaciones.
Este diplomado pretende brindar herramientas de la Musicoterapia a personas que deseen aplicar dichos conocimientos en sus profesiones de base, es decir, la formación está destinada a músicos y a profesionales que trabajen en el campo de la salud (o estar en instancias finales de sus formaciones de base), considerando que los conocimientos a adquirir son del área de la psicología, la música, las neurociencias, la educación, la pedagogía musical y la sociología.
La Musicoterapia es una disciplina que contribuye al bienestar físico y psicológico a partir de abordajes y metodologías específicas (Modelos avalados por la World Federation of Music Therapy – WFMT) realizadas por un musicoterapeuta calificado, quien funge como regulador, mediador entre el/los sujetos y la música, realizando intervenciones con el fin de direccionar un proceso que busca el bienestar bio-psico- -cultural y espiritual.
Gran parte de la fundamentación en la inclusión de la Musicoterapia dentro del campo de la salud es el estudio del desarrollo evolutivo de las funciones musicales partiendo de la premisa de que todas las personas son capaces de desarrollarlas más allá de presentar algún déficit o patología.
La actividad musical es una de las pocas capacidades humanas que posee carácter bihemisférico, en donde todo el cerebro, a partir de la plasticidad neuronal, se pondrá en movimiento en pos de una experiencia musical, con la finalidad de estimular, prevenir y rehabilitar.
En el cerebro no hay un sitio específico para procesar la música; se procesa por todo el mismo. Esto provoca que a través de la música se activen otros sistemas en simultáneo que procesan el lenguaje oral, la percepción auditiva, la atención, la memoria, el control ejecutivo, el procesamiento de emociones y el control motriz.
Los efectos que la musicoterapia provoca en una persona son el resultado de un proceso terapéutico construido en el vínculo que se establece en la relación terapeuta-paciente.