El robo de gas
LP crece a pesar de la batalla gubernamental contra el tráfico ilegal
de combustibles. Y no registra personas detenidas en los dos últimos años.
De enero a septiembre, Pemex registró 863
piquetes a sus gasoductos, en contraste con las 206 tomas clandestinas
halladas en todo 2018.
La empresa sólo reporta siete denuncias ante el
Ministerio Público en 2019 y una en 2018, de acuerdo con datos oficiales
revelados el 5 de noviembre.
El delito de robo de gas LP mediante tomas
clandestinas se concentra en Puebla y Estado de
México con 556 y 193 piquetes a gasoductos, respectivamente.
Los cinco municipios poblanos que reportan con
más frecuencia tomas clandestinas son Tepeaca, con 182; San Martín Texmelucan,
con 91; Los Reyes de Juárez, con 46; Amozoc, con 36, y Palmar de Bravo, con 33
piquetes hallados de enero a septiembre.
En el Edomex, los sabotajes a la red de ductos
se reportan en Tezoyuca con 50 tomas ilegales de gas LP; Tepetlaoxtoc, con 37;
Nextlalpan, con 31; Soyaniquilpan, con 22, y Jilotepec con 16, según la
Gerencia de Estrategia y Sistemas de Seguridad y Monitoreo de Pemex.
El robo también se reporta en Tlaxcala, con
32 piquetes; Querétaro, con 25; Hidalgo, con 24; Veracruz, con
21; y Guanajuato, con 10.
El ducto con más sabotajes es el que
tiene origen en Cactus, Chiapas, cuyo flujo llega hasta Zapopan, Jalisco,
y conecta áreas productoras desde la región Sur-Sureste.