Por: Fernanda González
|Entre diciembre de 2019 y enero de este año, Wuhan capital de la provincia de Hubei en China fue epicentro de la pandemia ocasionada por el Coronavirus (Covid-19). Ahí se presentó el primer caso de Covid-19, proveniente del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2). La situación se intensificó en toda la ciudad de Wuhan y el continente asiático, el cual dejó hasta ahora al menos tres mil 384 muertes.
La pandemia fue avanzando progresivamente al resto de los continentes como Europa, que lleva más de 10 mil muertos y supera casi al cuádruple las muertes del continente asiático, dejando a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en alerta por la rápida propagación con la que avanzó el Covid-19 a los demás continentes, razón por la que se declaró como pandemia.
Este virus resultó ser más agresivo que el SARS-CoV-2, que dejó 774 muertos, mientras que el Covid-19 lleva más de 13 mil muertes y contando. Ante esta situación, algunos países ya han declarado “toque de queda” por completo, como una medida para evitar la propagación a niveles aún más alarmantes. El primero en implementar esta medida de contingencia sanitaria fue China al ser el primer país con contagios, tuvo restricciones que resultaron positivas en Wuhan, como restringir estrictamente que cualquier persona se moviera o saliera de sus casas, para evitar más la propagación, el cierre de fábricas y que con el tiempo se fueran reanudando hasta que la población no corriera riesgo.
Ahora bien, China también buscó un tratamiento ágil para que la población contagiada y los posibles contagiados tuvieran una pronta recuperación. Otros países como Cuba, Ecuador, Bolivia, Chile, Colombia, Venezuela, Perú, Uruguay, Brasil y Argentina han tomado las medidas necesarias para que esta pandemia sea controlada.
Pero, ¿y México, qué acciones está tomando? El 28 de febrero la Secretaría de Salud confirmó el primer caso de Covid-19 y un posible contagio en México, pues el portador viajó a Italia, país en donde el virus se propagó de manera acelerada, ante esto el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, dijo que no había ninguna emergencia, pues era el primer caso, el aumento ha sido progresivo ya que, hasta el día de hoy, hay unos 367 contagiados y cuatro muertes registradas. El Presidente parece no notar o entender la magnitud de este problema, pues ha salido a mostrar en cada una de sus conferencias mañaneras la falta de coherencia y capacidad para gobernar, puesto que él afirma que la salvación a ésta son los valores morales y unas cuantas imágenes religiosas.
Esta ineptitud ha quedado plasmada y demostrada en la falta de acciones del Gobierno de la Cuarta Transformación con el sistema de salud, ya que ante la situación que aqueja a miles de mexicanos, médicos carecen de insumos y equipo sanitario para enfrentar la contingencia en varios hospitales del país. Dos ejemplos de esto es el municipio de Chimalhuacán donde dos hospitales presentan una gran crisis por la falta de material clínico, como camas, medicamentos, objetos de cuidado sanitario, y la respuesta, primero del gobierno estatal y del federal, ha sido nula.
Es necesario que, ante esta contingencia, el Gobierno Federal asuma su papel y vea por el bienestar de los mexicanos, sobre todo por aquellos que no tienen un ingreso fijo, que viven al día y no tienen acceso a servicios públicos de primera necesidad.