Jornaleros en la región de San Quintín claman por agua potable y alimentos, pues algunas empresas cerraron operaciones por el Covid-19, mientras que otras dejaron de contratar a gente mayor, advirtieron líderes de diferentes colonias.
En la región de San Quintín, recién declarado Municipio en febrero, hay diversas colonias que no cuentan con infraestructura para el agua potable, y la escasez del líquido en la zona hace más difícil la regularización.
Vecinos del ejido Díaz Ordaz, por ejemplo, pagaron alrededor de 3 mil pesos cada uno para que la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (Cespe) escarbara y colocara tubería de agua. Adicionalmente pagaron 500 pesos por el contrato.
«Pero solo tienen agua salada (debido a la escasez del líquido, la salinidad avanza en los pozos), y de baja presión», lamentó Bernardo Velazco Vásquez, líder social en el ejido Díaz Ordaz, de la delegación Punta Colonet, a unos 125 kilómetros al sur del Puerto de Ensenada.
«Con el Covid, ahora quienes dieron ese dinero pues tienen que pagar doble, porque cada semana compran agua de tambos de 200 litros por 25 pesos cada uno», expuso Velazco, quien compra ocho tambos cada semana.