Por Laura Castillo García
|En ningún país del mundo el sistema capitalista de producción ofrece empleos formales al 100 por ciento de sus habitantes pues la libre competencia en que se basa lo imposibilita para planificar la producción y, por tanto, no sabe cuántos empleos serían suficientes para producir los bienes y servicios que necesita la población. Esto solo será posible en una economía planificada.
La libre competencia aguijona a dueños de fábricas y medios de producción en general a modernizarlos constantemente a fin de abaratar las mercancías y servicios que produce para estar en mejores condiciones de competir. Por eso, constantemente introducen más y mejores máquinas que les ayuden a producir más en menos tiempo y, en muchos casos, con mayor precisión y calidad que la mano del hombre. Al mismo tiempo, miles y miles de trabajadores se quedan sin ninguna posibilidad formal de hacerse de recursos para alimentar a sus familias.
Muchos de los despedidos ya no logran ser empleados en otros lugares porque, como dicen ellos, “no saben hacer otra cosa” y no los necesitan en otro lugar del ramo en el que están especializados; además, a los que rebasan la edad productiva, o por enfermedad, ningún otro medio de producción los contrata. Si las cosas estaban mal en México, ahora, por la pandemia están peor: de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el desempleo se incrementó de 35.7% a 54.9% durante mayo.
¿Qué alternativas les quedan a los desempleados? No la flojera y el delito; prefieren trabajos fatigosos y poco remunerados como el que les ofrece el comercio ambulante, pero aunque compren mercancías baratas luego revenderá para obtener alguna ganancia, sus ingresos son tan pocos que no pueden rentar un local y menos pagar impuestos. Por ello, a pesar suyo, no tienen otra alternativa que el comercio ambulante, como lo informó, el pasado 9 de agosto, el Coneval, el cual dijo queregistró un crecimiento de 4.7 millones de las personas empleadas entre mayo y junio, pero principalmente en trabajos informales.
El ambulantaje, pues, es hijo del capitalismo: el Plan Estatal de Desarrollo 2017-2023, en el tercer trimestre de 2017, señala que la fuerza de trabajo del Estado de México ascendió a más de 7.6 millones de personas ocupadas,y que el 32.3% labora en el sector informal; es decir, la tasa de ocupación en el sector informal se encuentra por encima de la tasa nacional que es de 26.6 por ciento.
A pesar de que el comercio informal contribuye al Producto Interno Bruto y a que no genera más delincuencia porque se autoemplean, en Toluca -al igual que en todo el país- se desprecia y reprime a los vendedores ambulantes, porque compiten con el comercio formal y establecido al que le “hacen perder millones de pesos” y “afea tanto la ciudad que espanta a los inversionistas”, dicen empresarios y gobierno. Desgraciadamente, la solución al ambulantaje nunca pasa por la generación de empleos, ni por parte de los gobiernos ni del empresariado.
A pesar de lo que esperaban los que votaron por un militante de Morena en Toluca, desde diciembre del 2018 arreció la represión en contra del ambulantaje: el centro histórico se encuentra sitiado por elementos policíacos que no están para combatir la delincuencia e inseguridad -que cada vez presenta cifras más grandes-, sino para cumplir las órdenes del alcalde Juan Rodolfo Sánchez Gómez en contra del comercio informal; la policía e inspectores municipales, insultan, golpean y decomisan las mercancías de los vendedores ambulantes, quienes hacen grandes esfuerzos para comprarlas. Durante la administración del morenista Juan Rodolfo Sánchez García, los vendedores ambulantes han sufrido 174 golpizas, las cuales han dejado como saldo niños y mujeres golpeadas y un músico muerto.
El crecimiento de la economía informal en la entidad y en el país es consecuencia de la falta de empleos, problema que deben atender los tres niveles de gobiernos ¿Lo harán López Obrador y los de la 4T? No lo han hecho a pesar de sus rimbombantes declaraciones. Más bien se han decidido por la represión para acabar con el problema. Lo mismo ha pasado en otras entidades del país en donde gobierna Morena, como Morelia, Mich. El problema del comercio informal, como otros tanto, no se resuelven con represión. Sin embargo, tener empleos para toda la población no es un asunto que se vaya a resolver dentro del sistema capitalista neoliberal; es un asunto que solo podrá resolverlo una economía planificada por un gobierno humanista que trabaje para el bien de todos. La 4T no es de esos.