Desde el mes de abril se han registrado diversas manifestaciones por parte de trabajadores del sector salud para exigir a las dependencias federales los insumos necesarios para hacer frente a la pandemia del coronavirus SARS-COV-2. Ante las exigencias, el gobierno de la Cuarta Transformación, poco caso hizo, y hoy, los oídos sordos brindan un resultado escalofriante.
De acuerdo con un informe de Amnistía Internacional publicado este miércoles, México registró la mayor cantidad de muertes por Covid-19 entre el personal de salud en el mundo. El país ha reportado hasta el momento 1 mil 320 decesos confirmados por coronavirus entre los trabajadores de salud, por encima de los mil 077 de Estados Unidos, 649 del Reino Unido y 634 en Brasil.
Con estas cifras alarmantes, la cuestión respecto a la cantidad de trabajadores de la salud fallecidos y su relación con la falta de insumos reaparecieron en una conversación que parecía apagada, sin embargo, a esta problemática se suma una nueva arista, la represión en contra de las voces que denuncian y se manifiestan en contra de la inacción del gobierno federal.
En Papantla, Veracruz, al menos 36 empleados del hospital rural IMSS-Bienestar, fueron sometidos a acciones legales y auditorias por parte de los directivos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), esto como represalia porque se manifestaron para exigir respeto a sus derechos laborales, finalmente despidieron a dos de éstos.
Los trabajadores de dicho nosocomio se manifestaron el pasado 03 de julio, ya que con anterioridad giraron un oficio denunciando abusos e irregularidades al interior del hospital, pero al no tener respuesta de las autoridades decidieron tomar las instalaciones del mismo para hacerse escuchar.
Desde hace algunas semanas, el personal que labora en esta institución de salud ha sido hostigado laboralmente por el departamento jurídico del IMSS, intentando fincarles responsabilidades que no les corresponden, logrando ya haber separado de su fuente de trabajo a dos personas.
Se trata de un chófer del turno vespertino, así como una doctora, sin embargo, se prevé que las acciones represivas continúen y se deje sin trabajo a más empleados que sólo alzaron la voz para exigir el respeto a sus derechos laborales y humanos.
Cabe señalar que irónicamente uno de los acuerdos tomados durante las reuniones entre las autoridades de salud y el personal que ahí labora, fue el no tomar represalias, sin embargo, esta situación no se ha respetado y no se descarta que nuevamente haya manifestaciones.