Varios obreros de Dos Bocas fueron agredidos por elementos de seguridad cuando protestaban por mejores condiciones de trabajo en la construcción de la refinería, uno de los proyectos más importantes del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Cientos de obreros se plantaron por la mañana de este miércoles en los accesos principales, pero se determinó que solo podía ingresar personal con credencial de identificación, sin embargo, no todos cuentan con ese requisito, lo que encendió los ánimos.
Por la noche del martes, a pesar de la intervención de representantes de Petróleos Mexicanos, unos cinco mil empleados protestaron.
Aunque las autoridades no se han pronunciado al respecto, se sabe que el lugar fue blindado también por agentes de la Secretaría de Marina y Policía Municipal.
La Guardia Nacional señaló desde su cuenta de Twitter, que no se encuentra participando en ninguna diligencia relacionada con la refinería de Tabasco.
ICA Fluor, por su parte, afirmó que ha cumplido con todas las obligaciones patronales, salariales, de seguridad social, física e integral que le corresponden según la ley.
“Elementos de seguridad de la Guardia Nacional y la Secretaría de Marina resguardan las instalaciones federales para proteger a los trabajadores ante las protestas y provocaciones que se han presentado, organizadas por algunas personas no identificadas ni reconocidas en el contrato colectivo de trabajo”, apuntó la compañía en su cuenta de Twitter.
Videos que circulan en redes sociales muestran el despliegue de los integrantes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y el momento en el que arrojaron gases lacrimógenos.
De igual manera se ve a algunos obreros que terminaron heridos al intentar entrar a las instalaciones, además de que se pudieron escuchar detonaciones de arma de fuego.
La inconformidad reside en que los encargados de la obra los hacen trabajar horas extra sin querer pagarlas y hay quienes afirman que han recibido amenazas de despido, pero que presuntamente se trata de una estrategia para no pagarles el aguinaldo.
En febrero de este año también hubo un paro. Entonces los manifestantes afirmaron que sus jornadas eran de 10 horas o más, que incluso debían acudir sábados y domingos, además de que no recibían pago por ese tiempo o los días feriados.