Saltillo, Coahuila. – Pablo Pérez García, dirigente del Movimiento Antorchista en Coahuila, volvió a poner el dedo en la llaga, al recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó una alerta mundial por la mutación del coronavirus SARS-Cov-2, denominada ómicron, que no le provocó alarma gobierno de la Cuarta Transformación ni al presidente Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario federal, en lugar de llamar a la cautela por la nueva variante del virus, se dedicó a convocar a sus compatriotas para que no dejaran de asistir al zócalo de la Ciudad de México donde presentó su tercer informe de gobierno.
Pérez García subrayó que el emor de los mexicanos vuelve a sentirse frente a la nueva cepa porque saben perfectamente que el escenario podría repetirse y quedar abandonados a su suerte, sin apoyos de ninguna especie por parte del Gobierno federal, ese que los condenó a subsistir como han podido frente a la covid-19.
«Porque no hubo ningún tipo de apoyo por parte del gobierno emanado de las filas del Movimiento de Regeneración Nacional, ni lo ha habido hasta el momento, desde la llegada del Coronavirus, no se brindó protección debida a los mexicanos, nunca se cancelaron lospagos de impuestos y servicios, tampoco se aplicó una cruzada nacional alimentaria como situación de emergencia, López Obrador permaneció distante desde sus acostumbradas mañaneras recomendando sencillamente a la población que no saliera de sus casas», indicó.
Mientras tanto, el desempleo comenzó a manifestarse en todos los rincones del país, los hospitales se vieron abarrotados lo mismo que los cementerios, la falta de medicamentos hizo crisis aunado a la inseguridad desbordada.
Fue entonces que a López Obrador se le ocurrió que los alumnos de todas las edades debían estudiar desde sus casas mediante los poderosos emporios televisivos de Televisa y TV Azteca, de forma virtual además pero sin que apoyara de ninguna forma a los padres de familia, sin entender que en millones de hogares del país no se contaba con el servicio de Internet, ni una tablet o computadora, vaya pues, ni siquiera una televisión.
«Se debe entender entonces que la vida de sus compatriotas no valen tanto como sus actos proselitistas y termómetro de popularidad, esa que a decir verdad se ha pulverizado después de que ha incurrido en garrafales errores desde un mal manejo de la pandemia, hasta de la inseguridad, criminalidad, desempleo, mayor miseria extrema y pobreza, hambruna en diversos sectores, entre otros», concluyó Pérez García.