La falta de una política económico-social pensada de manera más científica, con una profunda visión de futuro en nuestro país, ha traído como consecuencia que muchos mexicanos no tengan empleo, ya que de acuerdo a datos estadísticos de INEGI-2021, los que sí tienen empleo son el 73.3 % hombres y 40.9 % mujeres, 2.4 millones no tiene empleo de acuerdo a la Población Económicamente Activa (PEA) y 30.5 millones trabajan en la informalidad. Estos datos que aparentemente reflejan el movimiento laboral y que pareciera que no pasa nada y que es algo normal, en realidad no es así, más bien es condenar al hombre a la marginación social y desde luego a la muerte; y visto este problema desde el punto de vista más crítico, significa que realmente no hay cambios sustanciales para bien , es decir, no reflejan que las condiciones de vida cambien realmente para los trabajadores, porque mientras algunos encuentran trabajo ya sea formal o informal, otros más lo pierden y por lo tanto, en estas condiciones la vida no mejora, esto trae como consecuencia también que se vaya agudizando el fenómeno por ejemplo de ver cada vez a más niños y adultos en las calles solicitando a todo aquel que encuentran alguna moneda para sobrevivir, o bien, otros más se encuentran en los cruceros de las ciudades solicitando a los automovilistas alguna ayuda económica para poder paliar el hambre ese día, ante esta crítica situación desesperante para los que tienen que sobrevivir, ¿qué está haciendo el señor presidente de la república mexicana? Ya que su política aplicada de austeridad, al parecer no está dando resultados positivos como acaba de suceder con los trabajadores de la salud del estado de Oaxaca, que lejos de ser atendidos y resolver su situación laboral, solo han recibido una buena dosis de represión por parte de estado; la consecuencia de este problema social es contario a lo que se busca o se pretende resolver, se sigue lastimando cada vez más el “bienestar” de las familias trabajadoras, esta política no está diseñada para mejorar realmente la vida de todos los mexicanos sino para empobrecerlos más y llevarlos lentamente a la muerte y desde luego con la ayuda del Covid-19, de ahí la frase de López Obrador cuando dijo que le había caído “como anillo al dedo”, porque ya tiene a quien culpar también, al Covid-19 desde luego y no a su mala política sin visión de futuro ni analizada de manera científica.
Por lo tanto, los resultados de esta mala política genera cada vez más marginación, más pobreza, más desesperación de las familias trabajadoras y también más delincuencia y corrupción, males sociales que la 4T no puede resolver sencillamente porque el enfermo está mal diagnosticado, y porque además al presidente no le preocupa realmente como viven los mexicanos, le interesa más su revocación de mandato para seguir aplicando su política de austeridad y llevar al país al borde del colapso porque al parecer así se lo está exigiendo el imperialismo mundial siguiendo la política Malthusiana. Ojalá no lleguemos a ese punto crítico, pero esto depende también de la lucha y organización que el pueblo mexicano sea capaz de realizar para contrarrestar la perversidad de los gobiernos y los poderosos de éste país, el pueblo no debe perder la esperanza, siempre hallará una salida y la salida está en su unidad, su espíritu de lucha y organización de protesta popular. La austeridad republicana y la revocación de mandato siguen siendo una farsa para mantener la sumisión de las masas; al mal tiempo, darle prisa.