El libro Historia del pueblo mexicano, editado por un grupo de historiadores afines al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), es una prueba de que éste y su partido pretenden construir su propia narrativa histórica a conveniencia de sus intereses políticos e ideológicos.
Por Trinidad González
El propio mandatario escribió la presentación del texto en el que se destaca, entre otras cosas, la importancia de las luchas y los sufrimientos de los grupos indígenas, las mujeres, los afrodescendientes, los trabajadores y los estudiantes quienes, afirma, “han sido con frecuencia omitidos de las narraciones oficiales. Sin embargo, el papel del pueblo de México siempre fue fundamental en las primeras tres transformaciones. Y, sin duda, es ahora la clave en la cuarta transformación”.
La presentación del libro se efectuó en Veracruz el 30 de enero, a la par con el inicio de la Asamblea de Análisis del Plan y los Programas de Estudios para el Diseño de los Libros de Texto Gratuitos para la Educación Básica, el cual culminará el 25 de marzo y está a cargo de la Dirección General de Programas Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Esta dependencia fue la que invitó a las mesas de trabajo de la asamblea a otros funcionarios públicos, a intelectuales, a representantes de otros sectores; sin embargo, lejos de invitar a las organizaciones laborales de docentes, solo convocó a la cúpula directiva del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que controla el Gobierno Federal.
El resultado de esos análisis se dará a conocer en el momento en el que los estudiantes de primaria y secundaria abran sus libros de historia para enterarse de que en 2018, con el arribo de AMLO al gobierno de México, quedaron en entredicho y fueron eliminados los conceptos “neoliberalismo”, “desarrollo”, “competencia” y “globalización”, entre otros, porque han causado mucho “daño” a la educación de infantes y jóvenes mexicanos.
Además, ya está en circulación el libro México. Grandeza y diversidad, editado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la SEP, tras su presentación en la conferencia de prensa matutina del 13 de enero.
En uno de los capítulos de este texto se destaca que con elección de AMLO en 2018 llegó la esperanza y que, hasta antes de ese año, México estaba plagado de corrupción y retroceso. “En 2006 no fue suficiente, tampoco en 2012, en 2018 por fin se pudo. Y es que el revertido desafuero proyectó a López Obrador como la cabeza de un amplio movimiento ciudadano, como el líder más destacado de las izquierdas y, para muchos, como el futuro salvador de la nación”, escribe Armando Bartra en el apartado Una nueva esperanza.
Adoctrinamiento en lugar de educación
El contenido en los libros Historia del pueblo mexicano y México. Grandeza y diversidad, así como la modificación de los planes de estudio de la educación básica, son un claro ejemplo de que el gobierno de AMLO pretende un “adoctrinamiento” por encima de la educación de los estudiantes, afirmó la historiadora Ángeles Magdaleno.
En entrevista con buzos, denunció que este gobierno “quiere imponernos su particular punto de vista, quiere imponer para que ésa sea la historia nacional, la historia que ellos deciden, la historia de determinado grupo, y siempre construidas desde la Ciudad de México, como si el resto del país no importara”.
Por su parte, Alma Maldonado, especialista en educación e investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav) dijo que la propuesta para modificar los planes educativos para niños y jóvenes de educación básica es de carácter ideológico, lo cual se refleja en la presentación del documento –que ya circula en las redes sociales– y evidencia además que la modificación ya se hizo y que las mesas de trabajo a las que convocó la SEP son una simple simulación.
“Es un documento de presentación, el inicial, bastante ideológico sobre la educación y los cambios que se requieren hacer; genera muchas dudas, sobre todo porque México, como se sabe, fue el país que más, o uno de los que mas días mantuvo cerrados los planteles por la pandemia, y esto ha tenido muchas consecuencias que no han sido del todo estudiadas. Realmente no contamos con datos sobre el tema del abandono y el rezago educativo porque el gobierno no ha querido priorizar el tema de los datos”, dijo a este semanario.
Desde su perspectiva, el gobierno debe centrarse en resarcir los daños y el retroceso en la educación de los niños y no en “hacer un cambio curricular a tres años del gobierno, que va a requerir después cambios en todos los libros de texto. Lo que requerimos es un plan emergente para responder a las pérdidas y a los problemas que se han generado con la pandemia. Y eso es uno de los principales cuestionamientos del que no se habla en este proyecto que presentó Marx Arriaga, director general de Programas Educativos de la SEP”.
Durante una reunión que la titular de la SEP, Delfina Gómez, sostuvo con el grupo parlamentario del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en el Senado el pasado 29 de enero, dio a conocer los avances en la elaboración de los nuevos Planes y Programas de Estudio y Libros de Texto Gratuitos.
Reveló que, desde 2019, se “conformaron diversos equipos de trabajo con 24 instituciones y dependencias gubernamentales y siete unidades operativas de la SEP para avanzar en el proceso. Se realizaron mil 423 reuniones de las que se generaron siete documentos rectores y 119 documentos de trabajo”.
En fecha posterior, un comunicado oficial de la SEP informó que entre sus acciones de ese año, además de la elaboración de nuevos planes y programas de estudio en coordinación con las autoridades educativas de los estados, habrá un programa de capacitación para docentes sobre los nuevos contenidos y programas de estudio del próximo ciclo escolar.
Pero la organización Maestros Comprometidos por México (MCxM), que agrupa a varias secciones magisteriales, dijo en un comunicado que únicamente la cúpula del SNTE participa en las asambleas de análisis y denunció que “existen miles de docentes y otras voces que se han quedado fuera de la discusión” y que ahora están exigiendo que se les escuche porque están en desacuerdo con la modificación de los planes de estudio.
Tergiversar la historia
Para Magdaleno, el gobierno pretende imponer su visión de la historia y para ello recurre a los libros de texto gratuitos como vehículos de difusión.
“Desde luego ¿De qué se trata? ¿Cómo irrumpen en el escenario político? ¿Cómo lo hacen? Modificando los textos de la historia, porque una de las principales funciones de la historia es la preconciencia política. Pero por el otro lado también va a dotar de identidad a los individuos que forman un pueblo; un grupo, entonces, pues siempre es interesante, porque los relatos históricos transportan a la gente a otro tiempo, a los orígenes… es decir, que la realidad histórica únicamente sea a partir de su llegada a la Presidencia”, explicó la historiadora.
La pretensión de borrar la historia para que en esta versión solo aparezca lo que se ha hecho a partir de 2018 es incongruente, apuntó, porque los procesos históricos “no son tan rápidos, no son de un día a otro, como lo hace ver este gobierno. Es lo que no quieren entender. ¿Se acabó la corrupción? No, así lo evidencian los actos de corrupción en los que están relacionados familiares del Presidente, como su hijo José Ramón López Beltrán y los hermanos del propio López Obrador”.
Sobre el libro Historia del pueblo mexicano, Magdaleno comentó que ni siquiera se le puede llamar libro. Es un mamotreto en el que colaboran personas afines al Presidente y a su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller. “No estoy diciendo que no haya gente muy respetable ahí. Sí la hay, pero es gente que esta sometida a los designios de ese grupo político. ¿Qué es el pueblo mexicano? Si yo digo pueblo, es muy distinto que ciudadanos; si hablo de pueblo, hablo de la masa irracional, si hablo de ciudadanos, hablo de gente que razona, que toma decisiones”, detalló.
La historiadora se refirió en particular a uno de los capítulos del libro titulado El Movimiento Feminista Mexicano. Las mujeres también tienen demandas (1970-2018), a cargo de Ana Lau Jaiven, sobre el que puntualizó: “es un insulto para las mujeres, de lo que yo leí, me parece que es la mayor muestra del fanatismo de ese libro”.
Argumentó que dejaron de lado a mujeres como Rosario Castellanos y ni remotamente se acordaron de Sor Juana Inés de la Cruz, la olvidaron. Pero, además, grupos de Morena llegaron al grado de pintar murales en la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) con citas de Simone de Beauvoir, una escritora francesa del Siglo XX. “Yo digo, ¿por qué no podían poner citas de Sor Juana, quien a fin de cuentas era de Nepantla, Estado de México?”, cuestionó Magdaleno.
Pero volviendo al proyecto de reforma educativa del actual gobierno, la historiadora dijo: “son política pura. No son libros de historia, son para ideologizar. Si uno revisa cada uno de los participantes, todos son gente de López Obrador, Meyer, Bartra. Todos. Incluso me sorprendió que participara Ariel Rodríguez, que es un gran historiador del Colegio de México, quien escribió sobre el 68.
“En primer lugar, la historia tiene que continuar diciendo la verdad, y es precisamente lo que al presidente López Obrador no le gusta, ya que existe un desprecio por la verdad. No entienden que la verdad es sinónimo de conocimiento. Ése es el gran valor de la verdad, la verdad se traduce en conocimiento. Que nos digan que estamos bien, pero que presenten indicadores, porque lo que yo leo, dice otra cosa. Por ejemplo, estamos mal en seguridad, y la titular, Rosa Icela Rodríguez, dijo que había 52 estados. Con razón no hace nada, se la pasa en 20 estados que no existen. A lo que me refiero es que lo que ellos dicen para mucha gente es la verdad; entonces tenemos que resaltar el gran valor de la verdad y de las disciplinas científicas”.
Una falta de respeto de AMLO
Como parte de los cambios en los planes y programas de educación básica, el presidente López Obrador ha presumido que en las escuelas ahora sí se enseñará ética y civismo. Pero para Alma Maldonado, esta presunción fue una falta de respeto a los docentes, porque en las escuelas del país se han enseñado ambas materias.
“Son temas que siempre han existido en el plan de estudios y en el programa de estudios. Es decir, asumir que los maestros no enseñaban estas materias me parece una falta de respecto al trabajo de los maestros. La verdad es que no hemos tenido una reforma integral seria, consensuada, con expertos, con maestros, sobre cuál sería el mejor rumbo educativo de una reforma a otra. No se hacen evaluaciones de qué sí funcionó anteriormente, los programas que sí sirven se cortan, al final, el gran problema es que los mas afectados son los niños y los jóvenes que reciben esta educación con tantos cambios, sin una claridad pedagógica, educativa, y más parece una disputa ideológica y política”, aseveró la investigadora del Cinvestav.
Marx Arriaga, el director General de Programas Educativos de la SEP, no es una persona que venga del mundo de la educación y que conozca este ámbito, por lo que su papel en esa dependencia es más político que pedagógico. Así lo han demostrado sus participaciones en diversos foros, añadió.
Para Maldonado, es seguro que los nuevos planes y programas están ya elaborados y solo están usando las supuestas asambleas para validar lo que ya hicieron; esto tendrá un costo muy alto porque no participan expertos en educación, no se debate ni están recogiendo todos los puntos de vista sobre cómo mejorar la educación del país e impera una sola visión ideológica.