La riqueza se concentra en las élites que dominan el mundo financiero y productivo y los altos funcionarios del poder.
Teresa Solis Galindo
México es un país atrasado en cuanto a desarrollo económico y social, con una población caracterizada por sus carencias, víctima de un sistema educativo público de pésima calidad, incapaz de ofrecer los elementos culturales y tecnológicos necesarios para sobreponerse a la miseria. Es un país pobre y desigual, en el que la regla es el estancamiento económico, al que se suma la inseguridad, la violencia criminal, la informalidad y el deterioro ecológico.
He aquí la política actual del gobierno de la república, pareciera que el que llega a este puesto público tenga programado para abusar de su cargo en beneficio privado, la transparencia y el seguimiento a las normas son mero discurso. La realidad es el desvío de recursos, el nepotismo, el compadrazgo y la virtual intolerancia del mérito como forma de ascenso social. Esto sin olvidar que muchos y muchas sin pertenecer al sector público de manera formal, viven de él por medio de la creación de grupos de presión, los cuales puntualmente reciben una compensación por su contribución al desorden y caos. La riqueza se concentra en las élites que dominan el mundo financiero y productivo y los altos funcionarios del poder.
Aunque este escenario es trágico, pero existen algunas acciones que se llevan a cabo para revertirlo, no todos los actores de la sociedad mexicana aceptan pasivamente este contexto, diariamente buscan competir (otros subsistir), se niegan a que todo siga igual y a su manera contribuyen a cambiarlo en beneficio de una amplia mayoría. La organización social Antorcha Revolucionaria, desde que surge siempre ha denunciado las injusticias hacia los trabajadores del país y la injusta distribución de la riqueza social.
También, existen personas en las organizaciones de la sociedad civil y por supuesto en las universidades que encabezan un grupo que se opone a la miseria económica, social y espiritual.
En Antorcha seguiremos exigiendo paraque el gobierno implemente una mejor educación en donde se promueva la cultura, el arte, la poesía, música, el deporte, en todos los niveles educativos, desde preescolar hasta las universidades. Equipar las escuelas para que los alumnos tengan mayor seguridad.
Insistimos en que todo mexicano tenga empleo y que le alcance para comprar la canasta básica, el calzado y vestido para su familia, que se le pague lo justo, y se les disminuya el impuesto. Al obrero se le tiene que pagar lo justo, porque es él quien produce la riqueza social.
El reclamo es que el gobierno invierta para el desarrollo social y económico, y de esa manera salir del atraso en que se encuentra, que lo haga de una forma en la que los beneficiados sean los más y no los menos, que asuma la corrección de las desigualdades en la escala regional y personal. Que reconozca e integre a todas las fuerzas creativas y productivas para hacer de México un país más justo y equitativo.