- La indignación de las mujeres se apoderó de las calles de México
Decenas de miles de manifestantes marcharon el martes por las principales ciudades de México para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y exigir seguridad en un país en el que asesinan a más de diez mujeres al día en medio de una radicalización del movimiento feminista y numerosas críticas hacia las autoridades.
«Pienso que el miedo que sentimos todas se ha convertido en mucha rabia», dijo María Andrea Velázquez, quien acudió a la marcha de Ciudad de México.
Consideró que vivir en México es «muy peligroso», además de «triste y cansado». Por lo que, dijo, este es un día para visibilizar el papel de las mujeres.
«Es el día que damos de qué hablar porque esta lucha es muy importante», puntualizó.
Las mujeres se manifestaron en la capital con consignas como «Ni una más, ni una más, ni una asesinada más», «hay que abortar este sistema patriarcal» y «el sistema opresor es un macho violador».
Aunque hubo varios contingentes, la marcha principal inició en el Ángel de la Independencia, donde miles de mujeres vestidas con prendas de color mayoritariamente morado -entre ellas activistas, familiares de víctimas de feminicidios y desaparecidas- se congregaron para mostrar su indignación contra el Gobierno mexicano y la falta de políticas adecuadas para lograr una vida libre de violencia.
«Estoy cansada de la violencia. Estoy cansada de no poder salir tranquila a las calles», dijo Daniela Oviedo, un reflejo de la ola de indignación que vertebra a miles de mujeres en el país.
También tachó de «fatal» la actitud del gobierno federal, que ha llegado a considerar que detrás del crecimiento movimiento se esconde el «conservadurismo».
«No nos están poniendo atención a lo que verdaderamente queremos. No queremos espacios que nos dejen los hombres. Queremos espacios para las mujeres y queremos seguridad, lo que todas las personas. Ni siquiera es un tema de género», precisó.
Aseguró que hoy hay mucha «valentía» por parte de las mujeres para exigir sus derechos y consideró «maravilloso» que cada año más y más mujeres salgan a las calles a protestar.
El grito de rabia y dolor se extendió por todo el país, pues otras miles de mujeres protestaron en otros municipios y estados del país como en Toluca (Estado de México), Guadalajara (Jalisco), en Orizaba (Veracruz), Cancún (Quintana Roo) o Monterrey (Nuevo León) entre muchas otras ciudades.
ENFRENTAMIENTOS
Aunque la protesta fue esencialmente pacífica, durante la marcha se dieron pintadas y destrucción de mobiliario urbano, como la entrada de una estación del metro. Además, desde media tarde un reducido grupo de encapuchadas intentó -hasta el momento sin éxito- tumbar la valla que rodea Palacio Nacional, en la que horas antes otro grupo de activistas escribió en letras gigantes: «México feminicida».
Las autoridades capitalinas habían anticipado una marcha «muy violenta» y, durante la protesta, llegaron a requisar desde martillos hasta cohetones y mazos. También habían identificado grupos que fabricaron hasta cócteles molotov.
Para evitar el destrozo de mobiliario urbano se desplegaron más de 3 mil mujeres policías por todo el centro histórico que, según las autoridades, solo llevaban cascos, escudos, coderas, rodilleras y extintores para repeler los ataques.
En un primer corte, las autoridades capitalinas informaron de 12 personas lesionadas: 9 civiles y 3 policías, una de ellas tras el ataque de un picahielo en la cara.
Posteriormente, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Ciudad de México (SSC-CDMX) reportó que 25 personas requirieron atención médica, sin especificar si fue por algún tipo de agresión.
«De ellas tres ameritaron traslado a hospitales: la policía herida en el rostro y las dos manifestantes embozadas que tumbaron la estructura de vidrio del metro Hidalgo», agregó la institución en Twitter.
Como en otras protestas de mujeres, el Zócalo capitalino se convirtió con el paso de las horas en la zona cero de la indignación.
Un grupo de 50 mujeres encapuchadas atacaron el muro protector, una infraestructura que cada vez que se instala genera polémica por su simbolismo frente a la reivindicación feminista. Pero fueron repelidas por antimotines y elementos de varias instituciones de seguridad, que las rociaron con extintores.
ACUSA AL NEOLIBERALISMO
Previo a la marcha de este día, el presidente Andrés Manuel López Obrador causó polémica por insistir en que «el conservadurismo» ha «infiltrado» el movimiento feminista.
Antes de denunciar esta «infiltración», el mandatario -que ha sido muy criticado por activistas- aseguró que en su Gobierno se está a favor de la igualdad «en todos los planos».
«No queremos ni hombres ni mujeres en la pobreza, que es lo que más nos importa, el que se pueda combatir la desigualdad económica y social que padecemos y que afecta a hombres y a mujeres. Ese es el centro de nuestra preocupación y nuestro quehacer público», apuntó.
Mientras que en un acto del oficialismo en Palacio Nacional -que terminó con vítores hacia López Obrador- la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, aseveró que «no es feminista el uso de la violencia».